Al menos 130 personas han muerto este lunes en distintos puntos de Siria como consecuencia de nuevos ataques atribuidos a las fuerzas del Gobierno, según han denunciado los Comités de Coordinación Local (CCL), que han identificado entre las víctimas a "más de 30 mujeres y niños".
De estos fallecidos, 52 han perdido la vida en la región de Homs, 31 en Hama, 30 en Alepo, 12 en Idlib, uno en Deir al Zor y uno en Sayda, en la provincia de Deraa.
Además, ha rebajado a dos los muertos por los enfrentamientos registrados en la zona de Kilis, en la frontera entre Turquía y Siria, cuando las fuerzas del régimen del presidente Bashar al Assad han abierto fuego contra un grupo que intentaba cruzar hacia Turquía huyendo de la violencia.
El gobernador de Kilis, Yusuf Odabas, había explicado previamente, en declaraciones a la agencia de noticias turca Anatolia, que un total de 21 heridos fueron trasladados al Hospital Público de Kilis, pero dos de ellos no lograron sobrevivir. Entre los heridos figuran dos turcos: un policía y una traductora.
Al menos una treintena de personas, en su mayoría mujeres y niños, han muerto a causa de los bombardeos de las fuerzas militares del régimen de Bashar al Assad contra una localidad de la provincia de Hama, en el centro de Siria, según informaron fuentes activistas locales. Según las citadas fuentes, consultadas por Reuters, 17 niños y ocho mujeres figuran entre las víctimas del bombardeo contra Al Latmana, al noroeste de la ciudad de Hama. Los activistas también han denunciado la muerte de 40 personas a causa de una ofensiva lanzada hace dos días por el Ejército en la misma localidad.
Los vídeos difundidos a través de Internet muestran a equipos de rescate recuperando a personas de lo que parece ser un edificio derruido. "Todavía hay heridos bajo los escombros", se oye decir a alguien en este documento. "Mira, mira esos cuerpos, hay más de 50 bajo los escombros", añade.
Por su parte, el Gobierno francés ha calificado de "inaceptables" las nuevas exigencias presentadas por el régimen sirio de Bashar al Assad para empezar a aplicar el plan de paz del medsiador de la Liga Árabe y de la ONU, Kofi Annan.
El Ministerio sirio de Exteriores anunció el domingo, a dos días del plazo para la aplicación del acuerdo, que no ordenaría el repliegue de sus tropas si los rebeldes no entregaban una garantía "por escrito" de que cumplirían el alto el fuego. "Después de que el régimen de Bashar al Assad anunciase que aceptaba el plan de Annan y propusiese él mismo la fecha del 10 de abril para la retirada de sus tropas y de su armamento pesado de los centros urbanos, ahora formula nuevas exigencias inaceptables", declaró el portavoz del Ministerio francés de Exteriores, Bernard Valero, en un comunicado.
El Ministerio sirio de Exteriores declaró el domingo que "Kofi Annan no tiene todavía garantías por escrito de los grupos terroristas" y que Siria no cometería "los mismos errores del pasado", cuando los "terroristas" aprovecharon el repliegue ordenado con motivo de la llegada de los observadores internacionales para "reorganizarse y ampliar su control".