El Tribunal Especial de Sierra Leona (TESL) condenó ayer al ex presidente de Liberia Charles Taylor por ayudar a los rebeldes de Sierra Leona a cambio de diamantes, con lo que se hizo cómplice de los crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos durante la guerra civil que asoló ese país africano entre 1991 y 2002.
Convertido en el primer ex jefe de Estado condenado por un tribunal internacional, Taylor, de 64 años, escuchó sin inmutarse cómo le declaraban culpable, y conocerá la pena el próximo 30 de mayo.
Los jueces reconocieron que Taylor no formaba parte de la cadena de mando que daba órdenes a los rebeldes de Sierra Leona (RUF) y también rechazaron que formase parte de una "empresa criminal" más amplia, en la que estaban implicados los líderes rebeldes de Sierra Leona.
Sin embargo, fueron tajantes al establecer que el apoyo logístico, moral y el suministro de armas y municiones desde Liberia le hacen culpable de los once cargos de los que le acusaba la Fiscalía, entre ellos asesinatos, violaciones de niñas y mujeres y reclutamiento de niños soldado que frecuentemente también eran tratados como esclavos para extraer diamantes.
Entre los testigos estuvo la modelo Naomi Cambpell.