El Gobierno español solicitará oficialmente el próximo lunes la ayuda de sus socios europeos para recapitalizar sus bancos en apuros, pero sigue aspirando a que esa inyección de capital pueda hacerse de forma directa desde los fondos de rescate y sin pasar por el Estado.
Esa opción, que parecía descartada para el caso español dada la oposición de Alemania y otros países, "está abierta", según aseguró ayer en Luxemburgo el ministro español de Economía, Luis de Guindos, quien anunció que el próximo lunes España solicitará formalmente la ayuda a la banca.
Cuando el pasado día 9 acordaron dar a España hasta 100.000 millones de euros para apoyar a la banca, los miembros del Eurogrupo decidieron que el préstamo se canalizaría a través del Estado, más en concreto del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Esa vía, tal y como ayer reconoció De Guindos, es actualmente la única prevista en las normas de los fondos de rescate europeos, pero España ha batallado desde un principio por lograr una alternativa menos dañina para sus intereses.
Idealmente, Madrid querría que la inyección de capital a los bancos se hiciese directamente desde Europa, lo que haría que el Estado no figurase como garante del préstamo ni este computase en su deuda pública.
La opción cuenta con firmes defensores, como la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que aumentó la presión sobre Berlín para que permita la recapitalización directa y se pueda romper así el vínculo entre el riesgo bancario y el riesgo soberano.
De momento, Alemania continúa oponiéndose a esta fórmula directa.