El presidente de Rusia, Vladímir Putin, promulgó ayer una ley que regula por vez primera la navegación por la ruta marítima ártica, considerada la alternativa al canal de Suez y que podría revolucionar el transporte mundial de mercancías.
La ley establece el estatus jurídico y los límites de la ruta de transporte, y prevé la creación de un órgano administrativo que se encargará de gestionar la navegación, según informó el Kremlin en un comunicado.
También incluye las reglas de navegación y el coste del arrendamiento de los buques rompehielos necesarios para circular por la zona, que está cubierta de hielo prácticamente todo el año.
Otro de sus objetivos es propiciar la construcción de modernas infraestructuras que garanticen la seguridad de los buques a lo largo de toda su travesía.
Putin dio el espaldarazo definitivo a la ruta marítima ártica en septiembre del pasado año durante un foro internacional, aduciendo que "esta vía (ártica) es prácticamente un tercio más corta que la ruta tradicional".
La considerable reducción de la capa de hielo que cubre el océano Glacial Ártico debido al calentamiento global permitió hace dos años que un petrolero ruso abriera este itinerario con la ayuda de varios rompehielos.
"El cambio climático que incrementa gradualmente el período de navegación y el progreso tecnológico abren a la humanidad nuevos territorios por descubrir en la región ártica (...) Y es evidente que la actividad económica crecerá", dijo Putin.
Por esto, Rusia construirá nuevos puertos en la costa ártica, donde los buques podrán abastecerse y atracar en caso de accidente y que contarán con centros de coordinación de las operaciones de salvamento, apuntó.
Un barco tiene que recorrer 10.600 kilómetros para llegar por el norte desde la ciudad rusa de Múrmansk al puerto chino de Shanghái, mientras que si opta por cruzar el canal de Suez necesita surcar 17.700 kilómetros.
Rusia es el único país del mundo que cuenta con una flota de rompehielos atómicos, por lo que tendría el monopolio de la ruta.