La ola de calor y el viento han actuado como un peligroso aliado de más de diez incendios que se mantenían ayer activos, en especial en O Barco de Valdeorras (Ourense); en las islas de La Gomera y Tenerife, y en Navas de Estena (Ciudad Real), que afecta al Parque Nacional de Cabañeros.
Protección Civil mantiene una alerta de precaución por las máximas temperaturas, que están reavivando los fuegos, en un año en que el Centro de Coordinación de la Información Nacional ha dado cuenta de 132.299,89 hectáreas consumidas por las llamas hasta el pasado 5 de agosto.
Los siniestros forestales que se registran en las islas de La Gomera y Tenerife no han podido ser controlados, pese a los numerosos efectivos que luchan contra el fuego, mientras que continúan por prevención desalojos en núcleos poblacionales cercanos a las llamas.
El fuego de la isla de La Gomera, que comenzó hace una semana y que ayer se reactivó, está "totalmente descontrolado", según ha afirmado a Efe el presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, quién explicó que esta circunstancia se debe al desequilibrio térmico que hace que se aviven las llamas.
El Gobierno de Canarias ha señalado que hasta esta mañana y a pesar de la virulencia de las llamas, el fuego no había avanzado mucho con respecto a la superficie ya perimetrada y se calculaba que en total unas 3.300 hectáreas estaban afectadas. De estas hectáreas, unas 300 están afectadas en el Parque Nacional de Garajonay.
El Cabildo de Tenerife ha solicitado la declaración del nivel 2 de emergencia en el incendio forestal que se registra desde la noche de ayer entre los municipios de El Tanque y Los Silos, y que ha obligado al desalojo de unas 400 personas, entre Erjos y San José de Los llanos.
Las llamas han obligado al desalojo de Mazca, Los Carrizales, El Palmar, Las Portelas, Valle de Arriba y el casco urbano de Santiago del Teide.
En el municipio orensano de O Barco de Valdeorras sigue activo el fuego que ha afectado ya a unas 1.200 hectáreas, considerado "Gran Incendio Forestal" por la extensión de masa arrasada.
La intensidad y los cambios de dirección del viento están dificultando las tareas de control y extinción, según informó el Gobierno gallego. Estas circunstancias hacen que las brigadas de extinción tengan que cambiar constantemente de estrategia para controlar el perímetro del incendio.
La Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha ha decretado el nivel 2 de alerta para el incendio de Navas de Estena (Ciudad Real), que afecta al Parque Nacional de Cabañeros, a cuyas labores de extinción se ha incorporado la Unidad Militar de Emergencias.
Entre los últimos incendios, figuran el del Parque Natural de Las Arribes del Duero, donde el fuego avanza con rapidez, en dirección al casco urbano de Saucelle en Salamanca. El fuerte viento que sopla en la Sierra de Béjar no da tregua en la extinción de otro incendio que afecta al Valle de Sangusín.