La tensión entre partidarios y detractores del depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi derivó ayer en choques en El Cairo y sus afueras, que se saldaron con cuatro muertos y decenas de heridos.
Una persona pereció en enfrentamientos entre seguidores y opositores a Mursi en las cercanías de la plaza Tahrir, en el centro de la capital, mientras que otras tres perdieron la vida durante los altercados registrados en la zona de Qaliub, al norte de la ciudad, según una fuente de los servicios de seguridad.
Dos de los fallecidos en Qaliub presentaban disparos en la cabeza y el pecho, mientras que la tercera víctima en esa área fue atropellada por un tren cuando huía de los disturbios.
Por el momento se desconoce la identidad de los autores de los disparos que acabaron con la vidas de esas dos personas.
Los Hermanos Musulmanes denunciaron que el Ejército disparó "de forma intensa" contra una protesta de seguidores de Mursi en la carretera de circunvalación de El Cairo, a la altura de Qaliub, aunque no informaron de víctimas mortales entre los suyos por las balas de los militares.
Casi al mismo tiempo, un grupo de "baltaguiya" (matones) lanzaron piedras contra la manifestación, que se dirigía al distrito de Shubra al Jaima, siempre según la versión de la Hermandad.
Mientras, se desencadenaron choques entre manifestantes leales y opositores a Mursi en las inmediaciones de Tahrir, donde mantienen una acampada los contrarios al derrocado mandatario.