La Unión Social Cristiana (CSU), partido hermano en Baviera de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de la canciller Ángela Merkel, se ha hecho con la mayoría absoluta en las elecciones regionales bávaras, con un 49 por ciento de los votos, lo que se traduciría en 101 escaños dentro del Parlamento regional, integrado por 187 asientos, según la proyección realizada por la televisión pública ARD en base a una encuesta a pie de urna.
"Estamos increíblemente satisfechos. Es un día muy bonito para nosotros", ha señalado la ministra de Agricultura alemana, Ilse Aigner, perteneciente a la CSU.
La CSU se impondría así al Partido Socialdemócrata (SPD), principal rival de la canciller en las elecciones federales de la semana próxima. Los socialdemócratas habrían logrado 21 por ciento de los votos y 43 escaños, según el estudio de la empresa Infratest para la ARD.
Estos resultados suponen una clara mejora de la CSU con respecto a los comicios de 2008, cuando se hizo con el 43,3 por ciento de los votos y 92 escaños, lo que le obligó a pactar con Partido Liberal Demócrata (FDP) en una legislatura marcada en los últimos meses por los escándalos de corrupción con personalidades de la CSU implicados.
Cinco años más
El líder de la CSU, Horst Seehofer, ha logrado así una victoria que permitirá prolongar otros cinco años el gobierno de su partido en Baviera. La formación conservadora lleva al frente del gobierno conservador de Baviera desde 1958 ininterrumpidamente.
También el SPD puede estar razonablemente satisfecho por el resultado obtenido en este estado tradicionalmente conservador, ya que incrementan en 2,4 puntos su apoyo con respecto a 2008. Así, el secretario general del SPD en Baviera, Andrea Nahles, ha considerado que es "un buen resultado".
Por detrás del SPD quedarían Los Verdes, con el 8,5 por ciento de los votos y 18 diputados; y los Votantes Libres -una agrupación de independientes- con el 8,4 de apoyo y 17 representantes. Fuera de la cámara quedarían los liberales del FPD (3 por ciento) y La Izquierda (2 por ciento), por debajo del mínimo fijado en el 5 por ciento. El resto de partidos minoritarios sumarían el 8,1 por ciento de los votos restantes.