El portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, retó ayer al PP y al PSOE a consensuar una propuesta ante los planteamientos soberanistas que se hacen desde Catalunya, algo que no han tenido la «capacidad» de acordar hasta ahora.
En la rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo, aseguró que «empieza a haber un consenso respecto al diagnóstico» de la situación, y advertió que en el siglo XXI, cualquier solución a las demandas catalanas debe pasar por una cita con las urnas.
«Sería inadmisible que en ámbitos de este calado esto se pudiera decidir en los despachos», destacó, y apreció que en Catalunya hay un gran consenso en la defensa del 'derecho a decidir', mientras que la política española no es capaz de ofrecer soluciones a las demandas catalanas.
Homs ha apreciado que mientras en Catalunya hay un consenso a favor de una consulta de autodeterminación ante el «reto» soberanista, en Madrid sólo hay por ahora acuerdo en lo relativo al diagnóstico ante lo que denominan el problema catalán.
«Desde la política española se debe formular una propuesta» y mientras esta no llegue, Homs destacó que el Gobierno quiere que tanto la Generalitat como la mayoría de fuerzas políticas catalanas actúen en base a sus compromisos electorales.
«Debemos actuar con lealtad y fidelidad por una razón puramente democrática», ya que se defendía el 'derecho a decidir' en los programas de las elecciones catalanas de hace un año, apuntó.
En cualquier caso, Homs dijo que el Gobierno tiene unos posicionamientos a los que no va a renunciar haya o no una oferta por parte del Estado: que debe hacerse una consulta sobre cómo tienen que ser las relaciones entre Catalunya y el resto del Estado, y que su resultado debe ser vinculante a nivel jurídico y político.
«Mientras el Estado no tenga ganas de dialogar, nosotros iremos haciendo nuestro curso», lo que pasa por acordar la fecha y la pregunta de la consulta antes de fin de año, y celebrar esta votación en 2014.
Según Homs, desde Madrid se debe entender que las ansias soberanistas catalanas no son fruto de un «calentón», y aprecia que empieza a haber un cierto consenso en el diagnóstico, pero no en qué hay que ofrecer desde el Estado a Catalunya ante la consolidación del independentismo.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, llamó ayer a «la sensatez» al presidente de la Generalitat, Artur Mas, porque hay que «evitar» las tensiones políticas y apostar por la estabilidad. Dicho esto, señaló que el Ejecutivo está dispuesto al diálogo pero sin renunciar al cumplimiento de la Constitución y la ley. Así se pronunció Sáenz de Santamaría durante la clausura en Jerez de la Frontera (Cádiz) del XVI Congreso Nacional de la Empresa Familiar.