La canciller alemana, Angela Merkel, fue investida ayer para un tercer mandato al frente de una gran coalición cuyo dominio parlamentario deja escaso margen a la oposición y con un Gobierno de signo continuista en política exterior y finanzas.
La votación de la Cámara baja del Parlamento (Bundestag) dio un resultado suficientemente ilustrativo de la posición de fuerza con que arranca la presente legislatura de Merkel, que obtuvo 462 votos a favor, 150 en contra y 9 abstenciones.
A la canciller se le escaparon al menos 39 votos de las filas gubernamentales -Unión Cristianodemócrata, Unión Socialcristiana de Baviera (CDU/CSU), más el Partido Socialdemócrata (SPD)-, que cuentan con un total de 504 escaños frente a los 127 de la oposición, en una cámara con 631 diputados, de los que votaron 621.
Fue, con todo, un resultado récord -74,9 %- en la historia de la República Federal de Alemania (RFA), superior al 70,9 % logrado por la gran coalición del asimismo conservador Kurt Kiesinger, en 1966, y al 64,9 % con el que Merkel se convirtió en la primera mujer en ocupar la Cancillería alemana, en 2005, también aliada con el SPD.
«Nuestro trabajo no consistirá en un mero criticar: representamos no solo a nuestro electorado, sino a todos aquellos que no quieren mayorías sobredimensionadas, sino control parlamentario», comentó a Efe, en un aparte de la sesión, Gregor Gysi, líder de la Izquierda.
«Que nadie crea que vamos a empezar a acercarnos a Merkel por si acaso se rompe la gran coalición. Somos oposición, en eso nos concentramos en esta legislatura», apuntaba por su parte su colega de los Verdes, Katrin Göring-Eckardt.
La líder ecopacifista aludía así a algunos pronósticos, según los cuales la gran coalición nace condenada a no aguantar los cuatro años de legislatura.
Este supuesto no se cumplió en la primera gran coalición de Merkel quien, apuntalada en esa superioridad parlamentaria, retoma ahora su plena actividad al frente de la primera economía europea, tras tres meses de semiausencia desde que ganó las elecciones con un 41,5 % de los votos.
Su primer destino será, hoy, París, adonde viaja junto a su nuevo ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, con intención de acudir al día siguiente a la cumbre de la Unión Europea (UE) con posturas consensuadas, de acuerdo a la línea del eje franco-alemán.
El socialdemócrata Steinmeier ha regresado al puesto que ya ocupó en la primera gran coalición de la canciller, mientras que sigue al frente de Finanzas Wolfgang Schäuble, su hombre fuerte en la pasada legislatura y férreo defensor de la disciplina presupuestaria.