El nuevo ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha jurado este lunes por la mañana su cargo ante el Rey en el Palacio de la Zarzuela en presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una breve ceremonia en la que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha ejercido como notario mayor del Reino.
Se trata del primer miembro de un Gobierno que jura su cargo ante don Felipe y también del primero que ha podido elegir si deseaba -como así ha sido- o no que, además de la Constitución, estuvieran presentes sobre la mesa ceremonial un ejemplar de la Biblia y un crucifijo, elementos tradicionales que en el actual reinado han pasado a ser optativos en atención a la libertad religiosa.
Mientras aguardaba la entrada del Rey en el Salón de Audiencias, Rajoy ha intercambiado unas palabras con los periodistas presentes y, ante un comentario de los informadores sobre lo intensa que ha sido la actualidad política la semana pasada, ha apuntado, con un gesto con el que parecía indicar que estaba acostumbrado: «Esto casi siempre... Casi tres años igual».
También ha recordado que tras esta ceremonia comenzaría el Consejo de Ministros que ha convocado en el Palacio de la Moncloa y ha trasladado a los periodistas algunas impresiones sobre su visita oficial a China, un viaje «muy interesante» durante el que se reunió con «todos": las principales autoridades chinas y representantes empresariales.
Tras comentar, en tono distendido, cómo se ha podido adaptar bien al cambio horario tras su vuelta de China al haber realizado de día el viaje de regreso -"para lo que yo pensaba, mucho mejor"-, el jefe del Ejecutivo ha añadido: «Ahora tengo el G20 en Australia, que eso es complicado».
Como notario mayor del Reino en la jura de Catalá ha ejercido Sáenz de Santamaría, quien asumió provisionalmente la cartera de Justicia tras el cese de Alberto Ruiz-Gallardón, después de que éste presentara su dimisión una vez que Rajoy anunció la retirada del anteproyecto de reforma de la ley del aborto por falta de consenso.
Tras leer el jefe de protocolo de la Casa del Rey, Cándido Creis, el real decreto de nombramiento firmado por don Felipe, Catalá ha jurado su cargo con la mano derecha sobre un ejemplar de la Constitución y la izquierda sobre la Biblia, junto a un crucifijo de plata sobredorada.
«Juro cumplir fielmente con las obligaciones del cargo de ministro de Justicia con lealtad al Rey y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros», ha sido la fórmula leída por Catalá.
El ejemplar de la Carta Magna empleado en la ceremonia, un facsímil del texto original de 1978 editado en 1980 por las Cortes Generales, estaba abierto por el título cuarto, referido al Gobierno y la Administración, mientras que la Biblia, un ejemplar editado en Valencia en 1791 que fue propiedad de Carlos IV, mostraba el capítulo 30 del Libro de los Números, relativo al voto y juramento.
Una vez concluido el acto formal, el Rey ha felicitado a Catalá, ha posado junto a él y a ellos se han sumado el jefe del Ejecutivo y la vicepresidenta, quienes han comentado con el Monarca la condición circunstancial de Sáenz de Santamaría como notario mayor del Reino y la celebración esta mañana del Consejo de Ministros que recurrirá la ley de consultas catalana ante el Tribunal Constitucional.
A continuación, y ya sin presencia de las cámaras, don Felipe y Rajoy han conversado en privado durante unos minutos con Catalá, quien se trasladará esta mañana al Ministerio para tomar posesión de su cargo en un acto oficial al que tiene previsto asistir Sáenz de Santamaría.
Rafael Catalá Polo, de 53 años, fue secretario de Estado de Justicia entre 2002 y 2004 con el Gobierno de José María Aznar, en el Ministerio que entonces dirigía José María Michavila, y hasta ahora ejercía en el Ministerio de Fomento de Ana Pastor el cargo de secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, para el que fue nombrado en diciembre de 2011.
Su antecesor, Alberto Ruiz-Gallardón, de 55 años, puso fin el pasado martes a una dilatada trayectoria política, durante la que ha sido presidente de la Comunidad de Madrid y alcalde de la capital, al anunciar su dimisión como ministro, la renuncia al escaño que ocupaba en el Congreso y el abandono de la política.