Unos desconocidos han derribado esta pasada noche la estatua de Jordi Pujol que está ubicada en Premià de Dalt (Barcelona), una escultura que el Ayuntamiento intentará volver a colocar en su sitio durante el día de hoy.
Según han informado desde el ayuntamiento, se trata de la segunda acción vandálica que sufre el monumento dedicado al expresidente de al Generalitat, después de que en la vigilia de la Diada del 11 de septiembre apareciera también manchada con pintura blanca.
Del mismo modo, las tres banderas 'estelades' (independentistas) que el ayuntamiento tiene colgadas también han sufrido varios ataques desde su colocación.
El ayuntamiento ha condenado este nuevo episodio a la vez que ha lamentado que «haya personas que no respeten la voluntad democrática de mantener los honores y distinciones otorgados a Jordi Pujol, expresada por la Comisión de Valoración de los Honores y Distinciones Municipales de forma unánime el pasado 8 de septiembre de 2014».
En el mismo sentido, desde el consistorio han destacado que todos los ataques se han producido coincidiendo con momentos políticos de «primer nivel», en relación al debate sobre la suspensión cautelar de la consulta soberanista que ayer decretó el Tribunal Constitucional.
Premià de Dalt decidió mantener la estatua y los honores concedidos a Jordi Pujol hace unos días, después de la reunión de la Comisión de Valoración de Honores. Esta comisión se reunió a petición de PSC y PP para retirarlos ante la confesión del expresident de que ocultó dinero en cuentas en el extranjero durante más de 30 años.
Los integrantes de la comisión municipal destacaron que Premià de Dalt «no tiene que juzgar los hechos ocurridos y que, por lo tanto, persisten los motivos por los cuales en su momento el Ayuntamiento distinguió el expresident».
Estos motivos se basan en la estrecha vinculación de Pujol con el municipio desde su juventud hasta hoy, incluyendo los veintitrés años que presidió el país.
Premià de Dalt no es el pueblo natal de Jordi Pujol, pero pasa en él temporadas porque desde hace décadas tiene una casa. Es el único municipio en Cataluña que ha dedicado una estatua y plaza a Jordi Pujol y lo nombró hijo adoptivo en 1997.