El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha apoyado hoy la pervivencia de una «España unida» en medio del debate sobre las aspiraciones independentistas catalanas y ante las que el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, ha advertido de que no tienen cabida en Naciones Unidas.
El respaldo de Ban a la unidad del país y el aviso de Rajoy a que las «ensoñaciones» de quienes pretenden violentar el principio de la integridad territorial es origen o agravante de conflictos y guerras, se han explicitado en el acto conmemorativo del 60 aniversario de la entrada de España en la ONU que ha sido presidido por el Rey en el Palacio Real.
Ninguna de las intervenciones en este acto han citado la situación de Cataluña, pero ésta ha sido de hecho el hilo conductor de las palabras del jefe del Ejecutivo y del titular de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
El secretario general de la ONU se ha limitado a mostrar su confianza en que una «España unida» pueda trabajar en Naciones Unidas en favor de la paz y del desarrollo y contra el cambio climático.
Tras ese apoyo a la unidad de España, Rajoy, dos días después de que Junts pel Sí y la CUP presentaran en el Parlament su propuesta hacia la «república catalana», ha alertado de que quienes no respetan el principio de la integridad territorial no pueden ser admitidos en una comunidad internacional que se rige por la ley.
«La comunidad internacional no les acogerá en su seno. Quienes así lo pretendan en sus ensoñaciones -ha sentenciado- pueden abandonar toda esperanza».
Además, ha alertado de que «las mayores catástrofes del siglo XX y los más desgarradores conflictos del siglo XXI han tenido y tienen como origen o agravante» la violación del principio de integridad territorial.
La apelación a la unidad ha estado presente igualmente en las palabras de García-Margallo, quien ha afirmado que «a ningún Estado le interesa una España cuya voz se debilite y se fragmente».
«Nadie lo desea y nadie lo aceptará», ha recalcado el ministro antes de subrayar que la ONU necesita un país «fuerte, próspero y unido, decidido a seguir contribuyendo a la construcción de un mundo mejor».
No ha habido alusiones a la situación de Cataluña en el discurso del Rey, quien ha aprovechado la ceremonia para ratificar la vigencia de los valores recogidos en la Carta de Naciones Unidas y alertar de que la crisis de los refugiados exige a los europeos cumplir con su mejor tradición de acogida.
«Esta tragedia, a las mismas puertas de nuestro continente, nos interpela y nos exige a los europeos ser fieles a nuestros mejores principios y tradiciones de acogida», ha proclamado.
Acompañado de la Reina Letizia, ha reafirmado «el compromiso firme y activo» de España con la ONU y «con sus valores, con sus propósitos y principios» en un momento en que forma parte de su Consejo de Seguridad.
La celebración, a la que han asistido los máximos representantes institucionales y los expresidentes José María Aznar (quien se ha saludado con Rajoy con un apretón de manos) y José Luis Rodríguez Zapatero, ha conmemorado también el 70 aniversario de la aprobación de la Carta de Naciones Unidas.
Una organización que el Monarca ha asegurado que sigue teniendo un inmenso valor y cuyos valores y principios ha dicho que inspiraron la Transición democrática española.
También Rajoy ha destacado la transformación de España desde su entrada en la ONU y el hecho de que se haya convertido en un país de referencia en los tres pilares fundamentales de Naciones Unidas: paz, derechos humanos y desarrollo.
Ban Ki-moon ha secundado esas palabras y ha señalado que, gracias al «espíritu de solidaridad», España ha hecho importantes contribuciones para el cumplimiento de los Objetivos del Milenio y ha pedido que se mantenga ese «compromiso» para apoyar los nuevos retos en favor del desarrollo.