Los padres de la niña de siete años corneada doblemente el pasado lunes en Alfamén (Zaragoza), han presentado en la mañana de este viernes una denuncia ante los Juzgados de Instrucción de La Almunia de Doña Godina. En ella, piden que se impute al alcalde, Alejandro Gil, al arquitecto municipal, al veterinario adscrito al Gobierno de Aragón, al director de Lidia y «a todo aquel que pudiese ser responsable de los hechos».
Así lo ha afirmado el abogado de la familia, Luis Nivela, quien ha cuestionado las condiciones de seguridad que ofrecía el tipo de vallado que delimita el encierro.
Al respecto, el alcalde, Alejandro Gil, ha reiterado que «cumplía con todas las medidas requeridas por el Gobierno de Aragón», unas afirmaciones que deberá ratificar ante un juez, siempre y cuando la denuncia sea admitida a trámite por cualquiera de los dos juzgados de instrucción con los que cuenta La Almunia de Doña Godina.
En el escrito de denuncia, Nivela pide al juez que se aporten todos los expedientes administrativos que obran, desde el pasado miércoles, en manos del Gobierno de Aragón, y que incluye el acta del festejo. Un documento obligatorio que debe presentarse en un plazo máximo de 48 horas, tras un encierro o una suelta de vaquillas, y que incluye el relato de los hechos, en este caso, la doble cornada por parte de un toro eral -dos años de edad- en glúteo y abdomen que sufrió la pequeña, y que obligaron a ingresarla en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Infantil de Zaragoza.
En investigación
El letrado ha alegado que el vallado «no era el idóneo» y ha apostillado que «incluso, ha necesitado ser soldado y modificado a posteriori». Nivela ha añadido que «ahora será necesario determinar si para un animal de 350 kilos el vallado era o no el correcto y por qué no se salvaguardó la identidad física de la pequeña».
El abogado, que también ha defendido otros casos similares, ha puesto en duda «la supuesta existencia de un candado e incluso de una cadena», amarrados a la puerta. Unos hechos que «deberán ser comprobados en el transcurso de la investigación».
La niña, de nacionalidad rumana y vecina del municipio de Alfamén desde hace varios años, se encontraba junto a una hermana y su padre viendo el encierro fuera del recinto, en la calle La Balsa, esquina con la calle De Reguero, que es perpendicular a su vivienda. Por el momento, continúa recuperándose favorablemente en el citado centro hospitalario.
Además de la denuncia presentada este viernes por parte de la familia, el Gobierno de Aragón, y según han confirmado fuentes del Ejecutivo autonómico a Europa Press, también ha abierto una investigación por este suceso. Será la Unidad de la Policía Nacional adscrita a la Comunidad Autónoma de Aragón la que se haga cargo del caso.