La abogada Virginia López Negrete ha negado este martes ante el juez que investiga las extorsiones de Ausbanc y Manos Limpias, Santiago Pedraz, haber recibido cualquier tipo de oferta económica para retirar la acusación a la infanta Cristina en el caso Nóos.
Negrete ha comparecido durante unas dos horas como investigada (imputada) en la Audiencia Nacional y al término de su declaración el fiscal, así como las acusaciones ejercidas por el BBVA y Podemos, han pedido al juez que le prohíba salir de España y le obligue a comparecer quincenalmente en el juzgado, una decisión que el magistrado resolverá mañana.
Según fuentes jurídicas presentes en la declaración, la abogada ha sostenido que ella no participó en ninguna de las extorsiones que se achacan a Ausbanc y Manos Limpias y que era una simple abogada externa contratada por esta última organización para llevar dos casos, entre ellos la acusación en Nóos.
La Fiscalía citó a Negrete a raíz de unos informes policiales que ponen de relieve sus estrechas relaciones con el presidente de Ausbanc, Luis Pineda, en base a correos electrónicos entre ambos en los que, entre otras cosas, se intercambian información sobre el caso Nóos.
La letrada ha dicho que no reconoce esos correos, ante lo que el fiscal, Daniel Campos, le ha hecho ver que son comunicaciones intervenidas por la Policía con todas las garantías. «No digo que sean falsos, pero no los reconozco», ha afirmado la investigada.
La Fiscalía también le acusa de haber usado su condición en el caso Nóos para ayudar en los chantajes, concretamente a extorsionar al BBVA cuando pidió al juez de Nóos, José Castro, que volviera a imputar al directivo de la entidad Antonio Ballabriga.
El fiscal le ha preguntado por qué primero no se opuso a que el juez archivara la causa contra Ballabriga y, unos meses después, pidió que se le imputara de nuevo, coincidiendo con una junta de accionistas del BBVA a la que ella asistió junto con Pineda y en la que habló en público de este tema.
Negrete ha dicho que pidió la imputación porque aparecieron unos correos electrónicos del socio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, que implicaban al directivo del BBVA, y ha considerado una «casualidad» que coincidiera en el tiempo con la junta de accionistas.
Acudir a la junta, ha indicado al juez, fue un «error» que hizo porque se lo pidió Manos Limpias, y ha insistido en la «casualidad» de que viajara a Bilbao a esa reunión en el mismo avión que Pineda y se alojara en su mismo hotel.
A su salida de la Audiencia, la abogada ha declarado a los periodistas que su relación con Pineda se circunscribió a una colaboración con Ausbanc en el procedimiento contra el ex director de Caja Madrid Miguel Blesa que le valió la inhabilitación al juez Elpidio Silva.
Ha dicho que los informes policiales en los que se basa su imputación están basados en «conjeturas» y «correos electrónicos aislados».
«No tengo nada que ocultar, no podrán demostrar absolutamente nada más porque no hay nada que ocultar (...). Quizá tenga algo ver que estamos a veinte días de que se dicte la sentencia del caso Nóos"», ha apostillado.
«Siempre he denunciado presiones que no han llegado al límite del chantaje, por eso nunca he denunciado ninguna, pero vosotros sabéis que he recibido muchas presiones a lo largo de estos años para no llegar hasta donde he llegado hasta el final», ha asegurado a los periodistas.
Preguntada por un audio que publica El Mundo entre ella y el líder de Manos Limpias, Miguel Bernad, en el que hablan de una supuesta oferta de 2 millones de euros para retirar la acusación a la infanta, ha indicado que no había podido leer la noticia y que además tiene «deber de secreto» hacia su cliente.