El borrador del Real Decreto que regulará el nuevo modelo de compensación por copia privada al que ha tenido acceso Europa Press incluye una disposición transitoria en la que se establece una lista de cantidades que deberán abonar los fabricantes de distintos aparatos, y que supondrá un coste adicional de 1,1 euros para los móviles o 12 euros para los discos duros, entre otros.
No obstante, se trata de una propuesta inicial que debe ser todavía tramitada y podría sufrir modificaciones e incluso no aparecer en el documento final, tal y como han explicado fuentes del sector, que también han incidido en que el modelo de precios se basa en la última orden ministerial que puso precio al canon digital en el año 2008.
En este sentido, estas mismas fuentes recuerdan que lo que tendrá que discutirse a partir de ahora serán formas de copia privada que no había en ese momento y que a día de hoy son «objetos de discusión», tales como el almacenamiento en nube, las tabletas u otros tipos de dispositivos como los smartphones.
El borrador únicamente habla de teléfonos móviles «con funcionalidad de reproducción de fonogramas, videogramas y textos». Asimismo, también hay otro apartado para dispositivos portátiles «reproductores de fonogramas, videogramas o de otros contenidos sonoros, visuales o audiovisuales», que tendrían un coste adicional de 3,15 euros por unidad.
La lista de precios también incluyen los CDs (sean o no regrabables) con un coste de compensación por copia privada de 0,17 euros por unidad y los DVD por 0,44 euros la unidad. Las memorias USB estarían gravadas con 0,30 euros la unidad y equipos (de menos de 17 kilos) con capacidad para copia, impresión, fax o escáner, con 7,95 euros la unidad.
En cualquier caso, se trata de un punto que tendrá que ser negociado por las empresas tecnológicas y las entidades de gestión de la propiedad intelectual y, de no ponerse de acuerdo, tendría que intervenir la Sección Primera de la Comisión de Propiedad Intelectual.
De ahí, que el texto pudiera salir adelante sin precios y que sean aprobados en el próximo semestre, según han señalado estas fuentes. El borrador se encuentra en manos de Agenda Digital y pasará también por el ministerio de Economía.
Cineastas, músicos y escritores han aplaudido la intención, expresada en el primer borrador de la nueva norma que modificará la regulación de la propiedad intelectual, de regresar a un modelo de canon digital similar al que se aprobó durante la legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero.
Aún así, se han mostrado prudentes a la hora de celebrarlo porque quieren verlo «por escrito» en una nueva ley aprobada en el Parlamento. «Por ahora hay solo palabras y las palabras se las lleva el viento», ha recordado en declaraciones a Europa Press la escritora Paula Izquierdo.
De hecho, el músico y compositor Nacho García Vega ha hecho hincapié en la importancia de que el nuevo canon se cargue a las empresas tecnológicas, porque «son las que se benefician» de la piratería, al ser las que venden los soportes y dispositivos que se emplean para realizar las copias.
El actor Emilio Gutiérrez Caba ha alertado sobre la posibilidad de que las empresas tecnológicas «se nieguen» a que se les aplique el impuesto. «Por ahora, al Gobierno le han dado un varapalo y no sabemos lo que se va a hacer. Además, el daño hecho los últimos cuatro o cinco años no lo va a pagar nadie», ha indicado el actor.
En todo caso, el cineasta Imanol Uribe ha subrayado que el borrador publicado por ahora indica que «está volviendo la razón» al debate sobre la propiedad intelectual al orientarse a que sean las empresas tecnológicas quienes paguen el canon, en tanto que «sacan beneficios muy sustanciosos» de la difusión de la cultura por medios digitales.
«Ahora es tan fácil piratear que muchas veces está la película en Internet y no te ha dado tiempo ni a recuperar el dinero para hacer otra película -se lamenta, por su parte, el guionista y director de cine Benito Zambrano-. Somos un país con una larga tradición de no proteger nuestra cultura, pero luego todo el mundo quiere leer libros, escuchar música, ver películas e ir al teatro.»
Todos estos artistas coinciden en que el sector cultural «está entre la espada y la pared» y señalan que la eliminación del canon durante los últimos cinco años ha provocado importantes consecuencias en el sector, reduciendo la capacidad de las productoras para invertir en promoción de sus películas, libros y discos y mermando las cantidades que reciben las sociedades de gestión de derechos de autor para compensar el trabajo de los artistas.