El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado que no va a «tratar ni comerciar» sobre un proceso secesionista que «pasa por encima de la Constitución», conduce a la «fractura de España» y a la «liquidación de la soberanía nacional».
«Nadie nos puede pedir que seamos cómplices de esa arbitrariedad y no lo vamos a hacer», ha remarcado el líder el PP en el discurso de clausura del XVIII congreso del partido, donde ha remarcado que el proceso secesionista catalán «es un disparate».
Rajoy ha advertido además que «un proceso de secesión no es una poda agradable hecha por un jardinero, por un amable jardinero, sino un amputación terrible y dolorosa que no hay cirujano que salve».
Y ha incidido en que nadie puede reclamar, y menos un responsable político, al Gobierno, que incumpla la Constitución y la ley, que es lo que supondría separar Cataluña de España cuando la soberanía corresponde a todos los españoles.