El ministro belga de Inmigración y nacionalista flamenco, Theo Francken, ha indicado este domingo que su país podría conceder asilo político al cesado presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, si así lo pidiera, ante la posibilidad de que no recibiera «un juicio justo» en el caso de ser detenido por su insistencia en seguir adelante con el proceso de independencia de Catalunya, declarado ilegal por las autoridades judiciales españolas.
«No es algo irreal, bien mirado», ha declarado Francken en una entrevista a la cadena belga VTM: «Se está hablando ya de una pena de cárcel (para Puigdemont). Quedaría por ver hasta qué punto sería justo ese juicio», ha añadido el ministro, siempre sobre la hipótesis de que Puigdemont decidiera huir a Bélgica, uno de los pocos países de la Unión Europea que puede conceder asilo a los ciudadanos del propio bloque europeo.
«Está claro que esto nos pondría en una difícil situación diplomática con el Gobierno español», ha reconocido Francken, «pero es posible, por ley, solicitar asilo en Bélgica; una solicitud que, como todas las demás solicitudes de asilo, será examinada de manera objetiva, correcta e independiente, como les gustaría a los españoles que sucediera».
El testimonio de Francken vuelve a poner de manifiesto la tensión entre los gobiernos español y belga.
El primer ministro de Bélgica, Charles Michel, gobierna en coalición con el partido de Francken, la Alianza Neo-Flamenca, cuyo programa político apuesta por la separación pacífica de Flandes.
Ello ha llevado a Michel a adoptar una postura por la que no ha terminado de dar nunca por completo la razón al Gobierno español, a diferencia de los socios europeos.