El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, ha reconocido este martes que la independencia de Cataluña no es aún una realidad porque todavía no hay «una mayoría» que la quiera y ha explicado que el Gobierno de Carles Puigdemont no «implementó» la República catalana por temor a que el Estado respondiera con la misma «represión» que ejerció el día del referéndum independentista del 1 de octubre.
«Es cierto que se declaró la independencia y se proclamó la República, pero esa República no se implementó fundamentalmente porque no estábamos predispuestos a poner en riesgo la seguridad de los ciudadanos», ha explicado Tardà en el Congreso.
A su juicio era «inevitable» que «el trauma» del 1 de octubre «pesara sobre los dirigentes y el Gobierno catalán». «Si por poner las urnas la ciudadanía fue golpeada ¿qué hubiera podido pasar si el Gobierno de Cataluña hubiera salido al balcón a proclamar la República?», se ha preguntado.
Tardà considera que tanto Carles Puigdemont como el resto de sus consejeros hicieron entonces «un gran ejercicio de responsabilidad» y se ha declarado «orgulloso de la madurez» demostrada, a su juicio, por el ya expresident. «Máxime -ha apuntado- cuando se ha publicado que el Gobierno tenía revisto tomar al asalto un parlamento democrático».
El dirigente republicano ha insistido en que en ERC, «antes que independentistas» son «demócratas» y «antes que demócratas, buena gente», por eso para ellos la paz y el civismo son «fundamentales» y tiene claro que «el proceso será pacífico o no será».
La otra máxima con la que trabaja siempre su partido, según ha explicado, es que «Cataluña será independiente si hay una voluntad mayoritaria y perseverante de los ciudadanos en querer ser independiente». «Si esta mayoría no existe, nunca lo será», ha agregado, reconociendo que, de momento, no existe, y que no se puede poner por tanto, fecha, a esa hipotética independencia.
«Todavía no somos independientes porque no ha existido una mayoría de catalanes que lo haya querido», ha reconocido Tardà, quien ha insistido en que las elecciones del 21 de diciembre constituyen «una oportunidad», aunque son «ilegítimas y anómalas» porque se van a celebrar con candidatos en la cárcel y con la «espada de Damocles» de una hipotética ilegalización de las formaciones que lleven la independencia en su programas.
«Nosotros salimos la voluntad de ganarlas y el objetivo de alcanzar una mayoría de sufragios, de pasar el 50%», ha dicho cuando se le ha pedido que determinara en qué porcentaje de votos se tendría que situar esa mayoría que hará posible la independencia. «Al final quien manda son los catalanes, si lo quieren lo tendremos y si no no lo tenemos a seguir luchando que llevamos muchas generaciones intentándolo», ha comentado.
Por último, Tardà ha avanzado que ERC y el PDeCAT van a buscar apoyo en otros grupos parlamentarios para lograr que la comisión de investigación que quieren que se cree en el Congreso sobre las cargas policiales que tuvieron lugar el 1 de octubre salga adelante y se pueda crear lo antes posible.