El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció este lunes la próxima aprobación en España de un Plan de Ciudadanía e Integración para cohesionar más a la sociedad ante el fenómeno migratorio así como un fondo específico para la integración de los inmigrantes.
Sánchez aprovechó su participación en la cumbre sobre la migración organizada por la ONU en Marrakech para sellar el compromiso de España con el pacto global migratorio suscrito en esta ciudad y garantizar que su Gobierno seguirá adoptando medidas ante un asunto que dijo que debe ser afrontado de forma conjunta por la comunidad internacional.
Una comunidad a la que alertó de la necesidad de combatir el uso electoral de los movimientos migratorios y las apelaciones al odio al inmigrante que dijo que utilizan algunos partidos para enarbolar «repliegues nacionalistas, cierres de fronteras y discursos xenófobos y excluyentes».
Sin referirse explícitamente a la situación que existe actualmente en España con la negociación del próximo Gobierno en Andalucía y la posibilidad de que PP y Ciudadanos pacten con un partido de ultraderecha como Vox, sí lanzó una advertencia. «Apelar -dijo- como se está apelando al odio o al miedo al diferente, únicamente beneficia a quienes utilizan esta estrategia para obtener réditos políticos».
Aseguro que impulsará decisiones en una dirección contraria y para lograr sociedades más cohesionadas e inclusivas. En ese contexto enmarcó el futuro Plan de Ciudadanía e Integración y un fondo estatal dirigido a la integración de inmigrantes que dijo que se articulará junto a comunidades autónomas y ayuntamientos.
Sánchez no dio más detalles de estas iniciativas en su intervención, pero su secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, explicó a los periodistas que el Gobierno ya está trabajando en ese plan y que se presentará en los próximos meses.
«Será un plan que contará con todos aquellos que tengan algo que aportar. Un plan -añadió- que no es sólo para los inmigrantes, sino para toda la sociedad española, para inmigrantes y españoles, porque solo así se puede fomentar la convivencia».
Defendió también la existencia de un fondo específico para la integración de los inmigrantes y que haga posible la colaboración con los gobiernos regionales y locales porque deben contar con recursos.
El presidente del Gobierno anunció igualmente que España organizará en 2019 en Almería una conferencia internacional que analizará la relación entre la desertificación y la migración.
Sánchez, que subrayó que España es país de origen, destino, tránsito y retorno de migrantes, consideró un deber de todos el respeto de los derechos humanos y la dignidad de las personas.
«Los estados tienen derecho a definir sus propias políticas migratorias y a defender sus fronteras, pero no a violar los derechos humanos», advirtió.
Insistió en que el fenómeno migratorio requiere una respuesta global porque ningún país puede afrontarlo en solitario y admitió que se trata de una ingente tarea porque justo cuando cree que más se necesita a los organismos multilaterales, muchos «grandes países que ahora dominan el mundo» los están cuestionando.
Pero lejos de llevar al desánimo, consideró que eso debe incentivar el trabajo de la comunidad internacional y, de ahí, la trascendencia que otorgó al Pacto Global por una migración segura, ordenada y regular acordado hoy en Marrakech.
Sánchez hizo hincapié en los efectos positivos que tiene en todas las sociedades una migración bien gestionada y recalcó que «la inmigración ilegal no es el camino» porque está instrumentalizada por las mafias, pone en riesgo a las personas y crea inestabilidad.
El jefe del Ejecutivo mantuvo además varios contactos bilaterales, entre ellos uno con el primer ministro marroquí, Saadedin Al Othmani, en el que ratificaron la colaboración entre ambos países en su lucha contra la inmigración ilegal y las mafias.
También se reunió con el director general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el portugués Antonio Vitorino, antes de asistir a un almuerzo junto al resto de jefes de las delegaciones organizado por invitación de Mohamed VI aunque el rey marroquí no estuvo presente.