El Juzgado de lo Penal número 4 de Oviedo ha condenado a quince meses de prisión por un delito de acoso a un hombre que telefoneó a su exnovia 300 veces en una semana, en algunas ocasiones a altas horas de la madrugada.
La sentencia, contra la que cabe recurso de apelación, también le condena al pago de una indemnización de mil euros y le impone la prohibición de comunicarse o acercase a la víctima a menos de doscientos metros durante tres años.
El fallo relata que, tras el cese de la relación a finales de 2016, el hombre contactó o intentó contactar con la mujer en numerosas ocasiones «mediante insistentes llamadas telefónicas, hasta un total de trescientas veces» entre el 1 de enero y el 7 de febrero de 2017.
La sentencia también considera probado que el procesado «merodeó» por las inmediaciones del establecimiento de hostelería que regentaba la mujer, y también de forma reiterada se personó en el domicilio de la víctima «llamando insistentemente a la puerta de su vivienda para que le abriera».
El magistrado subraya que el comportamiento del acusado obligó a la mujer a cambiar sus rutinas para quedarse a dormir en casa de sus padres, ser acompañada por su progenitor al trabajo e incluso cerrar su negocio de hostelería.