La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dio este martes por asumido que el proyecto presupuestario de 2019 caerá este miércoles y en la votación de las enmiendas a la totalidad, en un debate bronco con tintes electorales y en el que se podría anunciar la fecha de un posible adelanto electoral.
La ministra admitió que «previsiblemente» saldrán «adelante las enmiendas a la totalidad» que desde ayer se debaten en el Congreso de los Diputados, donde se produjeron reiteradas peticiones de convocatoria de elecciones generales por parte de PP y Ciudadanos.
Incertidumbre
En los últimos días se han barajado varias fechas electorales para esta primavera y el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, admitió que la legislatura se acortaría si se tumbaran los presupuestos, aunque la ministra puntualizó que el Ejecutivo «vino a gobernar y mientras esas tareas sigan pendientes este Gobierno seguirá gobernando». Sin embargo, en las últimas horas, cobró fuerza la posibilidad de que el presidente del Gobierno convoque elecciones anticipadas para el próximo 28 de abril, según fuentes socialistas.
Las cuentas afrontan seis enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Ciudadanos, ERC, PDeCAT, Foro Asturias y Coalición Canarias, que de mantenerse hasta la votación conjunta de hoy y contar con los votos de todos estos partidos prosperarían y devolverían las cuentas al Ejecutivo, que no puede volver a presentarlas.
Pese a la defensa de Montero de unos presupuestos que considera que empiezan a cerrar las heridas de la crisis y que aportan una renta indirecta en forma de prestaciones o servicios públicos de unos 4.174 euros por ciudadano, el conflicto secesionista en Catalunya protagonizó la sesión parlamentaria.
Montero arrancó su intervención lamentando que el debate presupuestario haya coincidido con el juicio del ‘procés', aunque al mismo tiempo cargó contra la «ensoñación» de los independentistas de que «el Gobierno iba a aceptar lo inaceptable a cambio de su apoyo».
Por otra parte, los líderes del PP y Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, coincidieron en calificar de negativas estas cuentas acordadas entre Moncloa y Podemos. Para los líderes de los dos grupos de la oposición la mejor salida a su no tramitación son elecciones generales y calificaron las cuentas de «ilegales, injustas y nefastas para la economía». Ambos líderes añadieron, además, que son «el último tablón del naufragio» para tratar de alargar una situación que ha calificado «de extrema gravedad».