El exministro de Interior Juan Ignacio Zoido ha dicho que de las fuerzas y cuerpos de seguridad hicieron un uso de la fuerza «proporcionada y racional» durante el referéndum de 1-O «en unas condiciones muy adversas» que les obligaron, incluso, «a replegarse al ver que era imposible acceder a los colegios».
Zoido ha comparecido este jueves en el juicio del «procés» a petición del letrado del exconseller de Interior Joaquim Forn, que le considera un testigo clave en su estrategia de defensa para explicar la intervención policial del 1-O.
Ha explicado que los policías y los guardias civiles desplegados el 1 de octubre de 2017 tuvieron una «actuación destacada» con «un uso razonable, racional y proporcionado de la fuerza». «Se vieron abocados en ocasiones a tener que hacer un uso racional de la fuerza para impedir que un acto delictivo, como era la celebración del referéndum, se pudiera hacer», ha destacado.
Ahora bien, ha insistido varias veces en que «en aquellos lugares donde no hubo ningún impedimento no sucedió nada, se llevaron el material y se cerró el problema».
Los policías y guardias civiles actuaron, en su opinión, bajo «unas condiciones nada fáciles, sino muy complicadas y muy complejas» con «lesiones importantes para algunos de ellos» hasta el punto de que, en ocasiones, «tuvieron que replegarse al ver que era imposible tener que acceder al colegio».
Preguntado sobre las cargas del 1-O, ha explicado que «la situación de tensión a veces es complicada y compleja», pero que cree que «es habitual que, cuando se ve el empleo de la fuerza, las imágenes son todas parecidas, ninguna es agradable».
«A mí desde luego no me resultan agradables, pero en ocasiones para restablecer el orden legal y constitucional y dar cumplimiento a una solicitud judicial no hay más remedio que emplear de manera razonable la fuerza», ha añadido.
Porque, como ha dicho, «¿es que acaso la normal convivencia, la pacífica convivencia era lo que estaba organizado delante de determinados colegios?, ¿es que eso es lo que hay que aceptar, que se les impida de manera deliberada cumplir su obligación y que si lo hacen lleguen incluso a sufrir agresiones?».«Por eso creo que fueron proporcionadas», ha aseverado.
El exministro ha querido dejar claro que Interior acordó enviar 6.000 policías nacionales y guardias civiles a Cataluña «en auxilio» a los Mossos, «a raíz de los hechos del 20S», protagonizados por «aglomeraciones y manifestaciones» en toda Cataluña.
Y así se le trasladó a Forn el 22 de septiembre: «Dadas las circunstancias que estaban concurriendo, vamos a reforzar la presencia de Policía Nacional y Guardia Civil en misión de auxilio a los Mossos y para cumplir como policía judicial en todos aquellos requerimientos del TSJC».