El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, subrayó este sábado que «España necesita un Gobierno en el mes de julio, no en agosto ni en septiembre ni octubre» e hizo un llamamiento a los demás partidos para que no bloqueen al PSOE, porque «es lo mismo que bloquear la voluntad de la mayoría expresada en las urnas».
«España no se puede paralizar», dijo Sánchez en rueda de prensa en Osaka tras finalizar la cumbre del G20, apelando a la estabilidad del país e insistiendo en defender su «propuesta razonable y sensata» de «cooperación» con Unidas Podemos, y no la coalición que reclama esa formación política.
También hizo un llamamiento al resto de fuerzas para que faciliten la gobernabilidad y en cualquier caso insistió en que quiere un Gobierno en julio y no piensa «especular» al respecto, en alusión a la posibilidad de un segundo intento de investidura en septiembre.
En este sentido, consideró que aquellos que apuestan por el «no» a su investidura son los que tienen «en su cabeza el planteamiento de una repetición electoral», porque saben que «no hay alternativa» a un Gobierno socialista.
Sánchez admitió que ya tiene pensada la fecha para su investidura -formalmente la tiene que proponer la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, tras la reunión que mantengan ambos-, al responder, cuando le preguntaron los periodistas, que tiene «una ligera idea» del día que quiere que se celebre el debate.
Y recalcó la necesidad de un Ejecutivo cuanto antes porque, según subrayó, ese Gobierno «tiene por delante la aprobación de los presupuestos, medidas de avances sociales, de transición ecológica o de recuperación de derechos y libertades desmantelados» en los años anteriores con el Partido Popular.
Concretamente habló de los presupuestos al recordar que hubo adelanto electoral al no aprobarse las cuentas y subrayó que cuando haya investidura el Ejecutivo tratará de que haya cuanto antes unos presupuestos en España, para este año. «Al menos vamos a poner toda la maquinaria del ministerio de Hacienda» para conseguirlo, apostilló.
Insistió en su llamamiento a las otras tres grandes fuerzas políticas: «Unos y otros tienen que ser conscientes de que no se puede bloquear España y se debe facilitar la gobernabilidad».
Dejó claro, en cualquier caso, que lo que quiere es un Gobierno «desde la izquierda con políticas progresistas» y también subrayó que hablará «con todos los partidos dentro de la Constitución».
E incidió en su propuesta de cooperación a Unidas Podemos, un partido con el que los socialistas han trabajado durante un año tomando medidas entre las que destacó la subida del salario mínimo o la recuperación de la sanidad universal, «muy importantes para la clase media y trabajadora del país».
Han sido doce meses de «recuperación» que han permitido numerosos avances, añadió Sánchez, para quien su propuesta a Podemos es «razonable y sensata» y además apuesta por una «cooperación mayor» que la tenida hasta ahora.
Pedro Sánchez recalcó que él no piensa «especular» pensando en una segunda investidura tras el verano y va a trabajar para que haya Gobierno en julio, y advirtió de que todos tienen que asumir su «parte de responsabilidad» para garantizar la gobernabilidad.
Prometió que llevará al debate de investidura un programa «cargado de avances y mejoras sociales, en educación y transición ecológica», entre otros aspectos, además de insistir en que quiere gobernar «desde la izquierda con políticas progresistas» que beneficien a la «mayoría de la sociedad».
«Un Gobierno de cooperación es lo que necesita España, un Gobierno donde Unidas Podemos y el PSOE se puedan entender en políticas sectoriales y medidas para la clase media y trabajadora», reiteró el jefe del Ejecutivo, quien añadió que hará todos los esfuerzos para lograrlo.
Y pidió «a todos, no solo a Podemos, también a PP y Ciudadanos, que asuman su responsabilidad» en lugar de apostar por el «bloqueo».
«Hace doce meses rechazaron la constitución de un Gobierno de manos de una moción de censura reglada por la Constitución española y hoy no asumen tampoco un Gobierno del PSOE emanado de las urnas que ha contado con la voluntad mayoritaria del Gobierno español», criticó, refiriéndose a populares y a Cs.
Y añadió que las urnas dieron un «veredicto inapelable» a aquellos que plantearon las elecciones como un «plebiscito al señor Sánchez», cuando el PSOE ganó los comicios doblando en escaños a la segunda fuerza, el PP.
Además lanzó un mensaje a Ciudadanos al aludir a las palabras de su líder, Albert Rivera, quien animó a los críticos de su partido a abandonarlo y formar otro, para señalar que en lugar de otra formación política «lo que necesita es volver a la responsabilidad de todos para facilitar la gobernabilidad».