En el desolador paisaje económico esbozado este martes por el FMI, España se encuentra en «una situación muy difícil» como demuestra el ser la economía avanzada más golpeada con una caída estimada del PIB del 12,8 % para este año y que no recuperará sus niveles previos a la pandemia hasta 2023.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera, por tanto, que el retroceso de la economía española será aún mayor del que espera el Gobierno, que, en su última revisión, prevé que el PIB caiga este año un 11,2 %.
«Es una situación muy difícil para España», explicó en entrevista con Efe Gian Maria Milesi-Ferretti, director adjunto del Departamento de Investigación del organismo.
A juicio de Milesi-Ferretti el impacto se explica principalmente por «la intensidad» con la que ha azotado la pandemia a España, y la «composición» de la actividad económica ya que los sectores más afectados, el turismo y hostelería, son «muy importantes en España, mucho más que en Alemania y Estados Unidos».
Asimismo, el hecho de que España cuente con muchas pequeñas y medianas empresas, las más vulnerables, hace que el golpe sobre la economía del país haya sido especialmente fuerte.
Para el conjunto de la zona euro, el Fondo pronostica una caída de la economía del 8,3 % para este año, 1,9 puntos porcentuales mejor de lo esperado en junio.
Por detrás de España se sitúan Italia (con una contracción del 10,6 %), Francia (-9,8 %) y Alemania (-6 %), una situación atribuible en todos los casos al impacto de la pandemia por la COVID-19, según su informe de Perspectivas Económicas Globales, presentado este martes.
Para 2021, el Fondo prevé un repunte moderado en la zona euro del 5,2 %, ocho décimas menos de lo esperado en junio, apoyado en el «enorme e innovador» paquete de recuperación aprobado por la Unión Europea (UE) de 750.000 millones de euros.
Por países, España crecerá un 7,2 % el próximo año -una cifra avanzada ya a finales de septiembre-, nueve décimas más de lo previsto en junio; seguida por Francia, un 6 % (1,3 puntos porcentuales menos que hace cuatro meses); Italia, un 5,2 % (1,1 puntos por debajo de lo estimado en junio) y Alemania un 4,2 % (1,2 puntos menos).
La tasa de desempleo media en la zona euro será del 8,9 % a finales de 2020 y del 9,1 % el próximo año, aunque en el caso de España estará casi en el doble de ese porcentaje, al mantenerse en el 16,8 % hasta finales de 2021, según los cálculos del Fondo.
Por su lado, el Gobierno español prevé una tasa del 17,1 % para 2020 y del 16,9 % en 2021.
Gita Gopinath, economista jefe del Fondo, advirtió en la presentación del informe de que «el empleo sigue estando por debajo de los niveles de antes de la pandemia y que el mercado laboral se ha vuelto más polarizado, con los trabajadores de bajos ingresos, los jóvenes y las mujeres como los más golpeados».
En concreto, instó a que las autoridades diseñen planes para «facilitar la recolocación de trabajadores de sectores de que probablemente se reducirán a largo plazo (como el de los viajes) a otros que seguirán creciendo (el comercio electrónico)».
A todo ello se añade el acuciante problema de la deuda, que se ha disparado por los gastos necesarios para hacer frente a la pandemia y que en el caso de España se mantendrá por encima del 120 % del PIB al menos hasta 2022.
Si bien el Fondo da el visto bueno a este desequilibrio temporal dada la gravedad de la pandemia, avisa de que posteriormente deber asumirse un ajuste fiscal gradual para reconducir las cuentas públicas.
El organismo dirigido por Kristalina Georgieva celebra esta semana su asamblea anual que se celebrará de nuevo en formato virtual, tal y como ocurrió con su reunión de abril, ante la persistente pandemia y en la que se analizarán mecanismos de respuesta coordinada ante la una crisis que se ha calificado de manera recurrente como «histórica».