El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), José Luis Ábalos, prevé deducciones en el IRPF de entre el 20 % y el 60 % para los propietarios que hagan obras de rehabilitación que mejoren la eficiencia energética de su vivienda habitual o de una de su titularidad que tengan en arrendamiento como vivienda habitual.
La medida forma parte del Plan Recuperación, Transformación y Resiliencia que España presentará este mes a la Comisión Europea y que contempla invertir 6.820 millones de euros en rehabilitación de viviendas y regeneración urbana en los próximos tres años (2021-2023).
Las obras que permitan reducir un 7 % la demanda de calefacción y refrigeración de la vivienda contarán con un 20 % de desgravación de su importe, lo que es asimilable a una sustitución de ventanas por otras de altas prestaciones.
Para las que supongan un 30 % de ahorro en el consumo de energía primaria no renovable la deducción será del 40 %, aunque si estas se realizan en el edificio completo llegará al 60 % para cada uno de los particulares, según establece el plan del Mitma.
En todos los casos el ahorro energético se acreditará a través del certificado de eficiencia energética correspondiente, que para las deducciones de mayor rango serán las de calificación A o B.
Fuentes del Mitma señalan que el programa de rehabilitación energética de edificios (PREE) y el de regeneración y reto demográfico (para municipios de menos de 5.000 habitantes) -que desarrollará en coordinación con el Ministerio de Transición Ecológica- han consignado una reserva de 450 millones de euros que se irá utilizando para aplicar las deducciones y que se agotará o no en función del éxito de la medida.
Recuerdan también que hasta que no se apliquen los fondos europeos no se verá «qué ocurre con las deducciones, qué recursos se destinarán entonces a rehabilitación, a vivienda social, a municipios grandes y pequeños y un largo etcétera».
Con las deducciones en el IRPF y otras líneas de actuación, como las subvenciones de las obras de rehabilitación de edificios, que van del 40 % al 100 % del coste, el Gobierno espera lograr una reducción media de consumo de energía primaria no renovable superior al 40 % en ámbitos residenciales y no residenciales, así como luchar contra la pobreza energética y mejorar el nivel de los barrios.