El ministro de Consumo, Alberto Garzón, difundió este jueves una campaña que propone comer menos carne por razones de salud y medioambientales, una recomendación que ha provocado una verdadera polvareda política de rechazo a pesar de que no es una propuesta nueva y ha formado parte del debate público de forma recurrente.
La propuesta figura en la estrategia España 2050, que señala que la población española hace un consumo de carne «entre dos y cinco veces superior al recomendable» y se remite a los informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de los últimos años que aconsejan reducir su ingesta, y que también provocaron controversia en España, como ocurrió en 2015.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) también aconseja un consumo moderado, entre 2 y 4 veces por semana. «A mí, donde me pongan un chuletón a punto, eso es imbatible», ha señalado Pedro Sánchez desde Lituania, tras una jornada en la que han resonado las críticas por parte de la oposición, de presidentes autonómicos, incluyendo a barones socialistas, y de las asociaciones de ganaderos.
El jefe del Ejecutivo se ha alienado así con la postura de su ministro de Agricultura, Luis Planas, que en Ser Catalunya ha calificado la campaña de «injusta» y «errónea» y ha acusado a Garzón de crear «un «falso problema y una falsa división entre la realidad de la España urbana y rural».
Según Planas, la ganadería trabaja por mitigar las emisiones y «no se merece» las declaraciones de Garzón, que no considera ajustadas a la «realidad». El ministerio ha dicho que desconocía la campaña «Menos carne, más vida».
Pero el titular de Consumo ha mantenido su línea de trabajo y recuerda que aparece recogida en la estrategia España 2050. Así es: figura en la página 150 de este plan.
Tras el desmarque de Sánchez, que ha presenciado durante una conexión en directo en La Sexta, Garzón ha abogado por no generar «ruido adicional».
Además, ha criticado a quienes niegan la evidencia científica. «Reducir el consumo de carne excesivo que tenemos puede evitar enfermedades, y solo con haber contribuido de esa manera yo me siento satisfecho, pero queda mucho por hacer, porque está en juego nuestro planeta», ha sostenido.
Sin embargo, la oposición no ha ahorrado en críticas. El PP pide el cese de Garzón y su líder, Pablo Casado, ha calificado la campaña de «polémica bastante estrafalaria» y de intervencionismo.
«No nos digan lo que tenemos que hacer en nuestra casa y váyanse en su casa si no saben gestionar lo más básico», ha replicado el líder de la oposición.
Los reproches han llegado también desde Castilla-La Mancha, donde su presidente, Emiliano García-Page, ha dicho que Garzón se tiene que inventar «su cargo todos los días» porque «no tiene nada que hacer» y amenaza «miles de puestos de trabajo». «Mañana irán con el vino, pasado con el queso», ha lamentado.
El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha invitado a Garzón a visitar una dehesa porque «sobre el terreno igual es más fácil que nos entienda» y Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, ha acusado a Garzón de hacer daño «cada vez que habla» a sectores muy importantes.
La Junta de Andalucía ha pedido la retirada de una campaña que considera una «auténtica aberración»; Francisco Igea, vicepresidente de Castilla y León ha secundado el rechazo y también lo ha hecho la líder de Cs, Inés Arrimadas. Los naranjas piden que Garzón comparezca en el Congreso.
Todos ellos se han alineado con las quejas del sector, que acusa a Garzón de difamarles y recuerdan que generan más de 2,5 millones de empleos.
En su defensa ha salido por contra el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, que en Twitter ha defendido que «vender a uno de los tuyos (en este caso a uno de tus Ministros) porque la derecha le monta una campaña en contra suele ser siempre una mala idea» .
Arguye Rufián dos razones: que «la derecha no te va a respetar más», si no «al revés» y que «si la derecha está en contra es porque suele ser verdad». «Más que al punto, el compromiso verde del Gobierno está poco hecho», ha denunciado por su parte el portavoz de Más País, Íñigo Errejón, que ha abogado sin embargo por un ecologismo que «más que regañar», seduzca, al tiempo que ha cargado contra el «negacionismo y el humor chusco» que hacen perder «un tiempo precioso».
Y ha agregado que «siendo importante, hay que poner el foco menos en el consumidor individual, con poco poder real de elección (menos cuanta menor renta) y mucho más en las regulaciones industriales».
Además, la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) ha señalado que la campaña es «necesaria» para proteger la salud pero ha considerado que precisa «una mejor coordinación dentro del Gobierno y el coprotagonismo de Sanidad» y en una línea similar se ha pronunciado Greenpeace.
La organización ecologista ha acogido «con satisfacción, pero incide en la puesta en marcha de «medidas más contundentes» para luchar contra el calentamiento global.
Alerta de que España encabeza el consumo de carne en Europa ya que cada persona consume unos 275 gramos al día, «cuando las recomendaciones científicas para una dieta sana y sostenible indican un máximo de unos 300 gramos a la semana».
Per capita el consumo de carne se acercó en 2020 a 50 kilos (49,86) al año, un 10,2 % más. La ganadería es responsable del 9,1 % de las emisiones de efecto invernadero, que incrementÓ en un 0,8 % en 2020. El sector agrario representa el 14,1 %.