El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aboga por pasar «del debate a la acción» para solucionar los problemas de salud mental de la población, un reto prioritario del Ejecutivo que solo se podrá conseguir con concienciación social y compromiso sanitario y político. Es el mensaje que lanza este domingo Sánchez en su cuenta de Twitter, en el que asegura que «necesitamos una sociedad que no discrimine, que facilite y alivie la vida de quienes sufren ansiedad», al comentar el artículo que publica este domingo en el diario El País.
En el texto, Sánchez reconoce que el confinamiento, la incertidumbre y la crisis han hecho evidente la necesidad de reforzar la atención pública a los problemas de ansiedad y depresión, por lo que, recuerda, se ha renovado la Estrategia de Salud Mental, que, con una dotación económica de 100 millones de euros, será el marco que guíe las decisiones en esta materia hasta 2026. Tener problemas para conciliar el sueño, inseguridad, miedo, sensación de falta de control, tristeza, desesperanza o sensación de soledad «son sensaciones que forman parte de la vida, pero no deberían, en ningún caso, ser la norma para nadie ni sufrirse en silencio, ni estigmatizarse», asegura el presidente del Gobierno.
Por ello, defiende la necesidad de que la Salud Mental sea uno de los pilares fundamentales de las reformas del Sistema Nacional de Salud.
«Hemos pasado del silencio al debate porque no podemos normalizar que tantas personas necesiten medicarse para seguir viviendo», insiste Sánchez, al destacar que un 11 % de la población ha consumido tranquilizantes, relajantes o pastillas para dormir y un 4,5 % ha tomado antidepresivos o estimulantes en el último mes. Además insiste en que los problemas mentales no son ajenos a las condiciones de vida, y en un gran porcentaje tienen un determinante socieconómico ya que ocho de cada diez personas que los sufren no tienen empleo.
También resalta que los jóvenes, las personas mayores, las mujeres y las personas con discapacidad son algunos de los grupos más afectados en el último año.
En el caso de las mujeres, cita las desigualdades y las discriminaciones en el ámbito laboral, así como la carga de responsabilidades, el cuidado familiar y la violencia de género como algunos de los principales factores que la han agravado.