El mensaje institucional que cada Navidad ofrece el president de la Generalitat se ha emitido por primera vez en la noche de Sant Esteve de este domingo, y no en la del 30 de diciembre. Pere Aragonès ha enviado un mensaje a los catalanes desde un lugar con una clara lectura de defensa del modelo educativo en lengua catalana, la Escola Rosselló Pòrcel de Santa Coloma de Gramenet. Desde este centro del área metropolitana de Barcelona ha animado a encarar un nuevo año «con el objetivo compartido de hacer más fácil, amable y feliz la vida de la ciudadanía».
Ha recordado que este lunes 27 de diciembre se cumple un año del suministro de la primera vacuna contra el coronavirus en Cataluña, y se ha mostrado convencido de que en 2022 se revertirá la situación de la pandemia, «dándole un nuevo impulso a las vacunas y dirigiendo todos los esfuerzos de los fondos Next Generation a una reactivación económica en clave transformadora».
En este mismo sentido, Aragonès ha apelado a «dejar atrás los discursos derrotistas» y recurrir al «espíritu de superación y a la capacidad de trabajo» de la sociedad catalana en su conjunto, que son aspectos «que han movido a Cataluña a lo largo de la historia», ha destacado el president.
«En 2022 le daremos un vuelco a la crisis Covid y democrática»
El tramo central de su discurso lo ha basado en dos crisis: la provocada por el coronavirus a nivel sanitario y económico, y al conflicto político con el Estado. En estos dos aspectos, ha vuelto a apelar al optimismo de cara al año entrante: «En 2022 conseguiremos darle un vuelco a las crisis provocadas por la Covid. Y de la misma manera, hemos de conseguir darle un vuelco a la crisis democrática que hace demasiado tiempo que arrastramos. Ha de ser el año en el que comencemos a desbloquear el conflicto con el Estado».
«De la misma manera en que no estamos dispuestos a renunciar a la resolución democrática del conflicto político, tampoco estamos dispuestos a renunciar a la independencia de Cataluña»
Construir «alternativas» por si el diálogo «encalla»
Ha confiado la resolución del conflicto catalán al «avance de la negociación con el Estado» y a que «comience a aportar resultados tangibles», es decir, «una respuesta a la amplia mayoría de ciudadanos y ciudadanas de Cataluña que saben que la resolución del conflicto pasa por el ejercicio del derecho a la autodeterminación y a la amnistía», ha declarado.
Ha mostrado fe también en culminar el objetivo soberanista a través de la «mayoría –social y política– sólida, transversal y sostenida en el tiempo, y que no acepta ningún bloqueo», pero de igual modo, el president se ha mostrado abierto a «comenzar a construir alternativas (actuando con realismo y aprendido del camino hecho en el procés) por si la negociación se encalla y no aporta resultados».
En esta cuestión ha sido tajante: «De la misma manera en que no estamos dispuestos a renunciar a la resolución democrática del conflicto político, tampoco estamos dispuestos a renunciar a la independencia de Cataluña».
«Comenzaremos a construir alternativas por si la negociación con el Estado se encalla y no aporta resultados»
Blindaje escolar del catalán
En su intervención, el líder de ERC ha explicado el por qué de escoger como escenario de su discurso un centro educativo, una elección nada casual tras las polémicas generadas por las dos sentencias judiciales que obligan a impartir un 25% de clases en catalán en dos colegios, uno de Canet de Mar y otro de Cubelles (Tarragona): «Una escuela (la de Santa Coloma, la primera pública en implantar la inmersión lingüística)nacida hace casi 40 años gracias a la tozudez de unas madres y padres que querían que sus hijos estudiasen en una escuela pública y en catalán, porque eran plenamente conscientes de que así contribuirían a la cohesión social de Cataluña y de que ofrecerían un futuro de oportunidades a sus hijos e hijas».
«Trabajamos con toda la energía para que el catalán siga jugando un papel neurálgico en la escuela»
«Les tenemos que estar enormemente agradecidos. De ellos nació el modelo actual de escuela catalana que construye comunidad y que cohesiona a la sociedad», ha dicho, justo antes de hacer un llamamiento a «potenciar la escuela y su modelo lingüístico, su capacidad de cohesión y de generar oportunidades». Y ha añadido: «Porque es el núcleo de la nación catalana».
«Estamos trabajando con toda la energía y toda la decisión para asegurar que la lengua catalana continúa jugando un papel neurálgico en el sistema educativo catalán», ha anunciado, no obstante, sin detallar medidas ni calendarios, como tampoco sucedió tras la reunión de urgencia que celebró con representantes de la comunidad educativa, social y cultural tras la sentencia del Tribunal Supremo que avaló el 25% de clases en catalán ordenado por el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) en Canet.
«Las restricciones no durarán más de lo indispensable para frenar de nuevo la pandemia y evitar el colapso sanitario»
Ómicron «hace saltar las alarmas»
El president ha reconocido en su discurso que el año 2021 acaba «de forma inesperada» tras una semanas de evolución positiva de la pandemia «gracias a la vacunación y a un gran esfuerzo colectivo» que ha agradecido.
Ha justificado la implantación de «medidas dolorosas» estas fiestas por el avance de la variante ómicron, que «ha hecho saltar de nuevo las alarmas», mantuvo. Aunque ha avanzado que las restricciones «no durarán más de lo indispensable» para frenar la pandemia y evitar el colapso sanitario.