El Pleno del Congreso ha aprobado este jueves la iniciativa de Podemos, ERC y Bildu en favor de un referéndum pactado sobre al Sáhara Occidental, y todo ello pese a que el PSOE ha optado finalmente por votar en contra desmarcándose de sus compañeros de Gobierno y de sus aliados parlamentarios. El texto ha sido aprobado con 168 votos a favor frebte a 118 en contra y 61 abstenciones.
El pasado martes, el PSOE se mostró dispuesto a apoyar la proposición no de ley al entender que su parte dispositiva era asumible, ya que sólo habla de un referéndum pactado y dentro del marco de Naciones Unidas, pero dos días después anunció su voto en contra alegando que en el debate de la propuesta sus propios socios habían vertido ataques inaceptables y se había comparado la apuesta por el plan marroquí de autonomía con un apoyo a Vladimir Putin en la invasión de Ucrania.
En concreto, el texto que se ha votado llama a respaldar un referéndum en el marco de la ONU «en el convencimiento de que sólo el diálogo, la negociación y el acuerdo llevado a cabo de buena fe y de manera constructiva, conforme al Derecho Internacional, ayudarán a alcanzar una solución política justa, realista, viable y aceptable por ambas partes al conflicto en el Sáhara Occidental».
La proposición no de ley ha contado con el voto favorable del PP, que ya había anunciado su apoyo desde el martes, ya que, según Cuca Gamarra, «responde a la posición en la que siempre ha estado el PP». «Es perfectamente asumible y como no hemos cambiado, seguimos en el mismo sitio», señaló.
Ciudadanos ha optado por la abstención porque, aunque considera «evidente» que el Gobierno ha cambiado de posición y que no se han explicado las contrapartidas, no le gusta que los impulsaron de la propuesta hablen de autodeterminación para el Sáhara como excusa para sus propios fines políticos en Cataluña o Euskadi.
Vox, que ya había avisado de que no iba a apoyar la resolución, se ha decantado finalmente por la abstención. Su portavoz, Iván Espinosa de los Monteros, rechaza lo que denomina «volantazo» de Sánchez, que no considera una posición de estado y que no piensan respetar si llegan a la Moncloa, pero recela de una iniciativa impulsada por Podemos y los independentistas.