El exvicepresidente Pablo Iglesias ha afirmado que la ministra de Defensa, Margarita Robles, debe renunciar a su cargo «por dignidad» y por «respeto a su propia trayectoria», dado que como máxima responsable política no ha sido capaz de proteger al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, del espionaje mediante el programa Pegasus.
Además, ha sostenido que este asunto ha provocado un «enfrentamiento evidente» entre el Jefe del Ejecutivo y Robles, para aconsejar que «lo razonable» es que el ala socialista del Ejecutivo resuelva esta «pelea interna» lo «más rápido posible». «La situación es lo suficientemente delicada para que se depuren responsabilidades de la máxima responsable del Centro Nacional de Inteligencia (CNI)», ha apuntado en declaraciones a RNE, recogidas por Europa Press, para enfatizar que si no ha logrado proteger al presidente, se tendría que ir.
Para Iglesias, las informaciones del caso 'Pegasus' ilustran la gravedad del alcance del espionaje y supone, a su juicio, que hay «sectores del Estado profundo actuando por su cuenta». También ha dicho que no ve plausible la hipótesis de que detrás esté Marruecos, dado que sería un conflicto diplomático «sin precedentes».
Cuestionado sobre si el Ejecutivo desconocía los seguimientos del CNI a dirigentes independentistas, el exlíder de Podemos ha reflexionado que es «difícil entender» la desvinculación de Moncloa y los servicios de inteligencia, al menos que no lo conociera la «máxima responsable» de este departamento, en alusión a la ministra de Defensa. «Entiendo que se diga en este contexto, pero nadie puede creerlo», ha remachado.
Bajo su criterio, para mejorar la relación con los socios parlamentarios, como ERC, y resolver este conflicto interno en el seno del Ejecutivo, «a veces es mejor cortar por lo sano», «reconstruir» las alianzas, agotar la legislatura e intentar reeditar tras las elecciones el Gobierno de coalición, sobre todo ante la posibilidad de una alternativa de la «derecha y la ultraderecha».
Por tanto, ha confiado en que Pegasus no suponga que esté cerca un adelanto electoral y sirva para que el PSOE «entienda algunas cosas», sobre todo «quienes son sus socios», quién hizo a Sánchez presidente y desplegar un final de legislatura en clave progresista. De nuevo y sobre los seguimientos a líderes independentistas por parte del CNI, ha criticado que estas situaciones «no son compatibles con el estado de derecho» y que si se alega que había autorización judicial para investigar al presidente catalán, Pere Aragonés, junto a otras personas y esto no lo sabía quien tenía que haber informado a Sánchez, en este caso la «ministra de Defensa tiene que caer».
Cuestionado sobre si el Ejecutivo de coalición puede fracturarse por Pegasus, Iglesias ha replicado que es «bueno» que dentro del Ejecutivo haya «posiciones diferentes», disertando que PSOE y Unidas Podemos forman una coalición «no porque se amen» sino por una determinada correlación política. Por tanto, ha sentenciado que es «pura salud democrática» que exista «debate» en el Ejecutivo, con unos socios que pueden tener «conflictos» pero se pueden «salir adelante» con medidas en defensa del interés general, desde la óptica «más progresista posible».
En cuanto a la negociación en Andalucía para conformar una candidatura de unidad a los comicios del 19J, Iglesias ha apuntado que a él no le corresponde hacer comentarios, sino a los responsables políticos de Unidas Podemos y de los «eventuales aliados». Eso sí, ha expresado que tiene «mucha amistad» con la propuesta de Juan Antonio Delgado, que ha ganado las primarias internas de Podemos, y piensa que por su perfil puede ser un «candidato increíble» para Andalucía, aunque ha reiterado que muestra su opinión como alguien que ya no forma parte del espacio político.
De todas formas, ha reivindicado que es «fundamental» en estos comicios que haya una «candidatura fuerte de la izquierda». Por otro lado, ha reafirmado que no piensa regresar a la política, que su paso por la esfera institucional fue «duro» y que ahora es «feliz» con su actividad en medios de comunicación, convencido de que la nueva dirección de la formación morada lo está haciendo bien. «La política no puede convertirse en una profesión», ha sentenciado Iglesias.