El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, ha expresado este miércoles su disposición a convocar una nueva reunión de la mesa de diálogo con Cataluña cuando lo considere oportuno el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Sánchez ha explicitado esa predisposición en respuesta en la sesión de control del pleno del Congreso a una pregunta de la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, quien le ha instado a actuar para recuperar la mayoría de la investidura que cree que está «tocada» tras la polémica por el espionaje mediante el sistema Pegasus.
La respuesta del jefe del Ejecutivo se ha centrado en el conflicto con Cataluña para recordar encuestas en las que la mayoría de los ciudadanos de esa comunidad no considera la independencia una prioridad política y quiere que siga el diálogo entre el Gobierno y la Generalitat. En eso ha dicho que continúa estando su Gobierno tras dar durante la legislatura pasos firmes a favor del reencuentro, la reconciliación y la concordia y para superar todo lo vivido en los últimos años. «La confianza que tiene el Gobierno en restablecer cuanto antes el diálogo con las instituciones catalanas es total, absoluta y rotunda», ha recalcado. Al hilo de ello es cuando ha afirmado que está dispuesto a reunirse con el presidente de la Generalitat o convocar la mesa de diálogo «cuando considere también la parte catalana».
Sánchez y Aragonès están pendientes de concretar una reunión después de emplazarse a ella hace casi dos semanas tras la petición que en ese sentido hizo el presidente de la Generalitat con el fin de recibir explicaciones por el espionaje con Pegasus de dirigentes independentistas, entre ellos él mismo. También está pendiente una nueva reunión de la mesa de diálogo después de que desde la Generalitat se apuntara la posibilidad de que se pudiera celebrar a primeros de año.
El jefe del Ejecutivo ha asegurado que el Gobierno está en mejorar la vida de los ciudadanos en circunstancias tan extraordinarias como las que se están viviendo en esta legislatura. Por ello ha agradecido su actitud a los grupos parlamentarios «que no confunden un debate político concreto» como el del espionaje con la gestión de la crisis y que entienden las prioridades de la política. Tras recordar que durante la legislatura se han aprobado unas 140 iniciativas legislativas que han permitido avanzar en derechos y libertades, ha garantizado que pretende seguir ese camino. Aizpurua se ha referido a la polémica por el espionaje político para asegurar que el hecho de que la mayoría de investidura esté «tocada» no es bueno ni para el Gobierno, ni para la estabilidad ni para los ciudadanos. A su juicio, sin la mayoría progresista, los avances sociales estarán en peligro, lo que ha considerado especialmente grave en medio de la crisis provocada por la guerra en Ucrania.
Tras insistir en que «la ciudadanía no debe pagar los errores del Gobierno», ha subrayado que Sánchez puede hacer más en la respuesta del Gobierno al «gravísimo» caso del espionaje político. Además ha pedido el presidente del Gobierno la «democratización real del estado» apostando por solucionar los conflictos territoriales mediante diálogo y el acuerdo, abordando la regeneración democrática y poniendo así freno al auge de la extrema derecha. Sánchez le ha respondido que el Gobierno está totalmente comprometido con esa regeneración, pero al mismo tiempo ha expresado la «total y rotunda confianza» del Ejecutivo en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.