El Gobierno argelino, por boca de su agencia oficial de prensa APS, ha arremetido este martes duramente contra el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, a quien ha tildado de «pirómano» por dar a entender que Rusia estaría detrás de los últimos pasos de Argel y ha cuestionado su capacidad como diplomático. Bajo el título «Argel-Madrid: huída hacia delante del pirómano Albares», la agencia estatal publica un artículo de opinión en el que viene a responsabilizar al ministro de Exteriores de la «crisis sin precedentes» entre los dos países y cuestiona «la capacidad de un diplomático indigno» de España y los españoles por haberse desplazado a Bruselas a buscar su apoyo tras anunciar Argel que suspendía el Tratado de Amistad.
En este sentido, le acusa de «manipular» al Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, y de «enturbiar la credibilidad» de la Comisión Europea por el comunicado «sin fundamento contra Argelia» que esta publicó a raíz de la visita de Albares el viernes, advirtiendo de posibles acciones si comprobaba que se había incumplido el Acuerdo de Asociación entre el país magrebí y el bloque. Asimismo, echa en cara a Albares su «declaración guiñolesca» desde Bruselas asegurando que España busca el diálogo «con un lenguaje de contorno irrespetuoso y sobre todo, indigno de su cargo» y que contrasta con otros «ilustres diplomáticos y ministros de Exteriores de España inscritos en el panteón de la diplomacia internacional».
Pero lo más «grotesco de este fulano» encargado de la política exterior de España, sostiene APS, es que a su vuelta de Bruselas «diera a entender, a quien quiera escucharle, que no es ni más ni menos Rusia, Putin mismo, quien estaría en el origen de esta crisis». Argel ha visto en ello una «lamentable indirecta a Estados Unidos y la OTAN para que socorran a un pequeño ministro superado por sus propias vilezas, tras haber intentado en vano movilizar a la UE». En opinión de Argelia, según se expone en el artículo, es Albares, a quien se tilda de «ministro amateur», el responsable de la «huida hacia delante» que supuso el cambio de posición del Gobierno respecto al Sáhara y que ha «ridiculizado a su Gobierno aislándolo tanto en el seno del Parlamento como de la opinión pública española». El ministro de Exteriores «no cesa de agravar una crisis (...) que habría podido evitarse» pero no se tuvo en cuenta el que la «traición de la causa saharaui» suscitaría algo más que «una cólera epidérmica pasajera por parte de Argelia». «Es conocer mal a Argelia y su defensa de la legalidad internacional», sostiene el artículo. «La historia no retendrá gran cosa de Albares, porque no nace nada grande de la pequeñez. Exacerbando la crisis entre Argelia y España y envolviéndola en un lenguaje prestado de la Guerra Fría tampoco se hace Albares más grande», remacha el artículo.