El expresidente del Gobierno José María Aznar ha tachado de «disparate» la nueva Ley de Memoria Histórica cuyo dictamen salió adelante ayer en la Comisión Constitucional del Congreso --gracias al apoyo de EH Bildu, PNV y PDeCAT junto a PSOE y Unidas Podemos--, entre otras cosas porque es un proyecto «hecho y pactado con terroristas». Aznar ha participado este martes en un encuentro de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander en el que se ha dirigido al Gobierno para trasladarle que «no puede haber dos lealtades». «O se es leal a la Constitución, o se es leal a Bildu, pero no se puede ser leal a la Constitución y a Bildu». Una afirmación que ha recabado el aplauso del público, entre el que se encontraban buena parte de los líderes 'populares' de Cantabria.
A juicio del expresidente, «no puede ser» que al mismo tiempo se defienda la Constitución y se apruebe un proyecto de Memoria Democrática que es «un disparate». Por ejemplo, se ha referido al punto de la ley que marca que se reconocerá a las víctimas de violaciones de Derechos Humanos hasta 1983, por lo que comprende el primer año de Gobierno de Felipe González --que llegó a la Presidencia en octubre de 1982--, quien precisamente ha precedido a Aznar esta mañana en la UIMP en este encuentro de 'Diálogos con los expresidentes' y ha dicho que no le «suena bien» el pacto del Ejecutivo con Bildu para la nueva ley. «Cuando un Gobierno como el actual pacta con el grupo que representa al terrorismo, que se investiguen crímenes hasta diciembre de 1983, cinco años después de aprobada la Constitución, en la época de que los antecesores del propio Gobierno actual estaban ya en el Gobierno, sinceramente creo que eso significa tener la casa muy en desorden», ha sentenciado Aznar.
Y es que en su intervención ha repasado la situación política internacional y el papel de España en ese contexto, en el que cree que, para ser un gran poder, el país primero tiene que tener «la casa en orden políticamente», para lo que se requiere el «respeto a la Constitución». Así, ha indicado que actualmente España «no está lo mejor ordenada posible» por problemas como el separatismo, en torno al que ha opinado que la nación está «políticamente débil», pero «no está rota socialmente». «Cuando en un país se conspira a diario desde hace cientos de años para acabar con su unidad y su cohesión y no se consigue acabar con ello», es que «lo que cohesiona a España es mucho más fuerte que lo que intenta acabar con ello», ha ensalzado.
Al hilo, ha señalado que España es «una gran potencia desde el punto de vista cultural» y un país «muy atractivo» para atraer talento por su calidad de vida. Sin embargo, ha lamentado que más de 80 millones de personas en EEUU hablan español, y mientras «aquí tenemos problemas para que haya niños que aprendan a hablarlo», por lo que considera que «a veces nos hacemos daño innecesariamente a nosotros mismos». «España tiene muchísimas posibilidades, muchas oportunidades», ha sostenido Aznar, que cree que lo que se debe hacer es poner esos retos de futuro encima de la mesa y «encararlos» en lugar de «mirar para atrás e intentar volver otra vez a pegarnos como si de ahí pudiesen salir las claves de lo que tenemos que resolver».