Los alcaldes de los municipios evacuados en el Alt Palància por el incendio de Bejís están a la espera de poder volver a sus municipios, cuyos alrededores ya han sido pasto de las llamas, para ponerse a trabajar y dar tranquilidad a unos vecinos que muestran ya ansiedad y mucha incertidumbre. Este fuego «histórico» ha arrasado ya 19.000 hectáreas, una buena parte del patrimonio natural de esta comarca, y ha obligado a desalojar a más de 2.000 vecinos y veraneantes de los municipios de Bejís, Torás, Teresa y Sacañet, mientras mantiene confinadas a las poblaciones de Alcublas y Andilla.
Los alcaldes de Sacañet y Torás, Miguel Gámiz y Carlos del Río, coinciden en señalar a EFE que necesitan volver a sus pueblos, donde ya no hay llama y toda la masa forestal ha sido arrasada, para «empezar a ponerlo a punto para que puedan volver los vecinos». Gámiz ha asegurado que «el peligro ha pasado, pero no del todo» y la población «quiere estar allí por si se reaviva el fuego en las proximidades del municipio y pueden actuar». «Quieren colaborar», ha resaltado.
Un vuelo de reconocimiento está analizando y evaluando la situación en estos momentos para ver si es seguro el regreso de los vecinos, muchos de los cuales siguen en albergues provisionales en Viver y Alcublas instalados por Creu Roja. Los alcaldes miran al cielo con ansias de noticias nuevas. Sin embargo, Josefa Madrid, alcaldesa de Bejís, pide prudencia: «La carretera de Teresa a Bejís es estrecha y con curvas», y si se da la orden de que pueden volver los vecinos «podrían hacerlo en masa e incluso llegar a entorpecer el paso de algún vehículo de emergencias». Por eso, explica Madrid a EFE, «preferimos volver cuando todo esté controlado».
El Ajuntament de Bejís ha estado comunicando toda la información a través de sus redes sociales, en las que ha publicado fotos de todo su término y sus calles para intentar ofrecer datos a sus vecinos, ansiosos por poder volver a sus casas. Imágenes que han salido incluso, comenta Madrid, en unos informativos en la televisión de Japón, aunque ha lamentado que «haya sido por esto». Desde el Puesto de Mando Avanzado (PMA), instalado entre Viver y Jérica, se habla de «incendio forestal» y de «catástrofe natural» y se pone el foco en impedir el avance de las llamas hacia la Sierra Calderona.
Un fuego «muy virulento y cambiante» que ha complicado en extremo las labores de extinción y el avance de las llamas, pese al numeroso operativo en el que trabajan efectivos del Consorci Provincial de Castelló, del de València, de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Protección Civil, Creu Roja y refuerzos de bomberos de Aragón, Murcia, Cataluña y Castilla La Mancha.
El apunte
Planes de recuperación
Ante esta situación, la Generalitat Valenciana pondrá en marcha dos planes integrales para el «renacimiento» de las comarcas afectadas por los incendios forestales de los últimos días en Bejís (Castelló) y Vall d'Ebo (Alacant), una vez superada la emergencia. Así lo ha avanzado el president Ximo Puig, garantizando que primero habrá ayudas directas para los afectados de los incendios, después una reclamación de compensaciones del Estado y, de cara al futuro, dos planes de regeneración al estilo del que se llevó a cabo en la Vega Baja de Alicante tras la DANA de 2019.
Los planes se concretarán en las próximas semanas, para lo que Puig mantendrá una reunión este viernes con los vicepresidentes Aitana Mas y Héctor Illueca. «Los ciudadanos de esas comarcas deben saber que no les vamos a dejar solo y vamos a hacer todo lo posible por recuperarlas» ha manifestado Puig tras un encuentro con patronal y sindicatos, ya programado antes de los incendios, para abordar las medidas de eficiencia energética.