Otoño de repunte de conflictividad laboral a la vista. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha admitido que habrá movilizaciones en el sector privado a partir de septiembre, y ha exigido que el salario mínimo interprofesional (SMI) suba un 10 % para compensar el alza de la inflación, generada a su vez por los precios disparados de la energía a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania del que se cumplen ya seis meses de duración.
A respuestas a una entrevista en la televisión pública española el dirigente sindical ha afirmado que los datos de la comisión de expertos que proponen que el SMI aumente hasta el 60 % del salario medio «están desfasados», de manera que el sindicato plantea «la necesidad de que se redondee» para llegar a «una subida del SMI a 1.100 euros», en lugar de los 1.049 euros que propone la comisión. «Si realmente queremos proteger a las personas que tienen menos (…) y que no pierdan capacidad de compra», el salario mínimo debe crecer lo mismo que el coste de la vida, ha zanjado.
Álvarez también ha indicado que es previsible que la inflación se modere «y, por tanto, con una subida del 10 % (del SMI) podrían (los trabajadores) ganar un poco de poder adquisitivo». Asimismo, ha vuelto a criticar que la patronal se levantara de la mesa para lograr un acuerdo salarial marco y ha lamentado que «los convenios continúan atascados». Según el secretario general de UGT, «los convenios no se están firmando de manera mayoritaria», lo que conduce a un proceso de movilización, si bien ha reconocido que los convenios que se firman lo hacen en mejores condiciones que los suscritos antes del mes de marzo.
En relación a esto, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha apelado este miércoles a la unidad y a la paz social. «Ante unos meses complicados, es asumible un esfuerzo por la paz social y también necesario», ha señalado. En lo que respecta al salario mínimo interprofesional ha recordado que el objetivo del Gobierno sigue siendo el de situarlo en el 60 % del salario medio a final de legislatura, algo insuficiente para los sindicalistas.
Este pasado martes la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, realizó un llamamiento a sindicatos y empresarios para que lleguen a un acuerdo de salarios en la negociación colectiva que permita dar tranquilidad a los trabajadores y ayudar a la economía. Según expresó Rodríguez, al término del primer Consejo de Ministros después de las vacaciones estivales, se trata de una cuestión que concierne exclusivamente a los agentes sociales.
Mirad, yo les doy todo mi apoyo a esos sindicatos apesebrados repletos de vagos y vividores, pero siempre y cuando exijan subir el salario mínimo a tres mil euros. Si según ellos la solución a los problemas económicos y financieros de este país, pasa por ir incrementando continuamente el SMI, pues entonces que lo pongan ya directamente a 3.000 euros. Y el año que viene a 4.000, y así sucesivamente. Así en unos cuantos años todos seremos ricos y felices. Aunque todo esto tiene un gran problema: ¿QUIÉN LO PAGA? Hay que ver qué listos sois los sindicaleros... aún no entiendo cómo no os han concedido el Nobel de Economía.