El PP ha enmarcado en la «normalidad política» el encuentro privado entre su líder, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente de Vox, Santiago Abascal y después de que la reunión haya trascendido ha informado de que Feijóo se vio también con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Tras adelantar la Sexta el encuentro privado que se produjo el jueves pasado entre Feijóo y Abascal, el principal partido de la oposición ha informado de otros encuentros privados del presidente del PP y ha anunciado que podría mantener nuevas reuniones «de carácter privado» en las próximas semanas.
Génova ha anunciado que Feijóo tiene previsto hablar en octubre con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y ha informado además de un encuentro «antes del verano» con el presidente de UPN, José Javier Esparza, una reunión con el líder de Coalición Canaria, Fernando Clavijo, y el mencionado contacto con Yolanda Díaz, en su calidad de «responsable de la plataforma Sumar».
Sobre el encuentro con Vox, el PP detalla que «fue correcto», «duró cerca de una hora» y «se celebró a raíz de una petición efectuada por Vox a finales de julio». «Ambos dirigentes compartieron impresiones sobre el contexto político nacional, coincidiendo en parte del diagnóstico de la situación, aunque difiriendo en la manera de afrontarlo», señalan además desde el Partido Popular.
En cambio, desde Vox han dicho que no comentarán ni harán público el contenido de la reunión, que enmarcan en la «normalidad» de que «dos líderes políticos que no se conocen se reúnan y tomen contacto». Fuentes del partido apuntan que acordaron no decir nada y cumplen con lo que acuerdan.
Los populares diluyen así el encuentro de Feijóo con Abascal en otras reuniones mantenidas por el líder del PP, que desde que llegó al liderazgo de la formación ha insistido en que su objetivo es conseguir una mayoría suficiente con la que gobernar en solitario. En un contexto en el que el PP lidera las encuestas pero necesitaría de Vox para gobernar, en Génova no se vincula la gobernabilidad al partido de Santiago Abascal, lo que abre la posibilidad a pactos puntuales con otras formaciones, sin que el PP se niegue a sumar con Vox, con el que gobierna en Castilla y León.