El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha advertido de que los próximos meses van a ser «complejos» por el bajo crecimiento económico, la recesión técnica como escenario central y la elevada inflación. Lo ha dicho este viernes en la sesión inaugural en el XXVII Encuentro de Economía en Castell-Platja d'Aro (Girona), junto con la consellera d'Economia i Hisenda de la Generalitat, Natàlia Mas; el presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet; la presidenta de la Fiop, Anna Balletbò, y el adjunto al director de La Vanguardia, Manel Pérez.
Guindos también ha augurado que en 2023 habrá menos crecimiento y que se endurecerán las condiciones financieras, todo ello en un momento con una «incertidumbre enorme». «Puede que los mercados estén infraestimando la persistencia de la inflación y, por tanto, lo que es el comportamiento de la política monetaria», ha añadido, ya que los mercados siempre reaccionan a corto plazo, en sus palabras.
Ha defendido la necesidad de que haya una política fiscal «mucho más selectiva y temporal» y centrada en el apoyo a rentas de los grupos vulnerables, a diferencia de la apuesta expansiva frente a la pandemia. Guindos también ha puesto sobre el mesa el riesgo que supone un potencial conflicto entre la política monetaria, que ha dicho que seguirá con el proceso de normalización de precios, y la política fiscal, que según él «tiene un importante papel a jugar». «Si hay una política fiscal que se empieza a considerar que es irresponsable en un entorno de normalización de la política monetaria, inmediatamente los mercados empiezan a elevar los tipos de interés, lo que tiene implicaciones para la estabilidad financiera», ha advertido.
Guindos también ha dicho que no se puede únicamente distorsionar la señal de precios ya que de ser así, al final se dificulta según él el proceso de transición a una economía más verde, que es «una necesidad prioritaria en los próximos años». «Es importante que empiece a haber una trayectoria clara de desaceleración de la inflación general y subyacente, es fundamental para mejorar la renta real de las familias europeas y para pasar una señal clara de estabilización de lo que serán las subidas a futuros y por tanto para no afectar negativamente a los mercados financieros», ha resumido. Ha asegurado que todo ello refuerza su compromiso con la estabilidad de precios, que a sus ojos es el «factor clave» para recuperar el crecimiento económico y para evitar episodios de inestabilidad financiera.