La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha avisado este jueves de que los envíos de cartas explosivas no cambiarán el compromiso de España de apoyo a Ucrania en la actual coyuntura de invasión rusa. Las declaraciones de Robles en Odesa, relativamente cerca de los combates, se fijan en una cuestión que lejos de ser anecdótica ha puesto en alerta a las autoridades dentro de nuestras fronteras. Ella misma era una de las señaladas. Este es el relato de lo sucedido en las últimas horas, con respecto a los envíos de explosivos a distintos destinatarios y la reacción de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Todo empezó este pasado miércoles, cuando un empleado de la Embajada de Ucrania en la capital de España resultó herido leve tras explotar un sobre que iba a nombre del embajador. La deflagración no impidió al trabajador acceder por su propio pie hasta el centro hospitalario donde revisaron su estado de salud; afortunadamente fue dado de alta al poco tiempo. Ya entonces la Policía Nacional envió a varias dotaciones de Tedax, los especialistas en explosivos, y la policía científica, para recabar todo tipo de evidencias que puedan ayudar a esclarecer el suceso.
Este jueves por la mañana se ha informado de la recepción de un rosario de sobres con un artefacto casero en su interior; hasta seis. Entre ellos se han enviado al Palacio de la Moncloa, las embajadas de Ucrania y de Estados Unidos en la capital de España, la empresa militar Instalaza, la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) y la sede del Ministerio de Defensa. Fuentes gubernamentales y de la investigación piden ser cautos y prudentes, en un momento inicial de las pesquisas. Apuntan que los sobres tienen un aspecto similar, son marrones, y con caligrafías aparentemente coincidentes. Su origen, en todos los casos, es España.
Al abrirse el sobre un artefacto casero provoca una «deflagración con llama súbita». Así lo ha confirmado este jueves en una comparecencia de prensa el secretario de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, Rafael Pérez. Ha informado que el primero que se remitió fue localizado el pasado 24 de noviembre en el Palacio de la Moncloa. Iba remitido al presidente del Gobierno y fue deflagrado por el servicio de seguridad de Presidencia.
Una semana después, este pasado miércoles 30 de noviembre, llegó otra carta con material pirotécnico dentro de una caja que deflagró, hiriendo en una mano a un empleado de la Embajada de Ucrania en Madrid. El sobre iba dirigido al embajador, Sergei Pohoreltsev. Por la noche se confirmó la recepción de otra carta remitida al director de la empresa Instalaza en Zaragoza, que envía material de defensa a Ucrania. Finalmente, este jueves de madrugada se ha detectado en la base aérea de Torrejón otro sobre dirigido al director del Centro de Satélites de la Unión Europea. Es el único que no se ha detonado de forma controlada por los Tedax, por lo que puede resultar clave en la investigación. El quinto confirmado fue enviado al Ministerio de Defensa a la atención de la ministra Robles.
A última hora de este jueves se ha confirmado otro incidente relacionado. El Cuartel General del Ejército del Aire en Madrid ha alertado de la presencia de un paquete sospechoso en la calle Princesa, junto a las instalaciones militares. Los Tedax de la Policía Nacional han acordonado la zona y, tras detonar dicho paquete, han confirmado que no contenía ningún tipo de artefacto o material explosivo o deflagrante. Es el broche, de momento, a unas horas de cierta expectación por ver quién es el responsable de los envíos.