La Comisión de Igualdad del Congreso ha aprobado este lunes la 'ley Trans y de derechos LGTBI' con el apoyo de los partidos del Gobierno y sus aliados parlamentarios, pero el PSOE no ha logrado que se introduzca su enmienda para endurecer el cambio registral de los menores, que no ha sido respaldada ni siquiera por el PP. La propuesta socialista pretendía que los menores de 12 a 16 años necesitaran el aval judicial para poder cambiar el nombre y el sexo en el Registro Civil, una exigencia que el texto del Ministerio de Igualdad contempla únicamente para los menores de 12 a 14 años.
El PSOE buscaba con este texto, según recogía en la justificación de la enmienda limitar la autodeterminación de género en los menores de 16 años para «reforzar las garantías» para ese tramo de edad, de acuerdo con «el interés superior del menor».
El PP declina abstenerse
La oposición de Unidas Podemos a esta iniciativa dejaba al PSOE en manos del PP para poder aprobarla e incluirla en la norma. Finalmente, los 'populares' ni siquiera se han abstenido, sino que han votado en contra de la enmienda en la comisión de Igualdad, junto al resto de grupos representados en el órgano. Solo el PSOE ha apoyado su propia propuesta. Este mismo escenario se ha vivido con otra de las enmiendas polémicas registradas por el principal partido en el Gobierno, con la que quería establecer que en caso de revertir el cambio de sexo en el registro, se tendría que obtener aprobación judicial a través de un expediente de jurisdicción voluntaria.
El PSOE decidirá sobre sus enmiendas
No ha sido tan claro con sus enmiendas el PSOE. La secretaria de Igualdad de los socialistas, Andrea Fernández, ha explicado a los medios que los partidos tienen de plazo hasta este miércoles para decidir qué enmiendas continúan vivas en la tramitación y cuáles se retiran, y ha dicho que el PSOE lo decidirá «entre hoy y mañana». Fernández ha explicado que la intención de su partido era que estas medidas se votaran en comisión «de manera democrática» y «transparente» y, tras su rechazo, según ha indicado, aceptan el resultado. La diputada ha asegurado que tras esta fase de la tramitación «toca unidad ante una ley que también es del PSOE» y ha indicado que su formación así lo «celebrará». Otra de las iniciativas socialistas que tampoco han contado con el apoyo mayoritario de la comisión es la que tiene que ver con la reversión del cambio de sexo en el registro civil de las personas trans.
El PSOE también quería que este proceso necesitara una aprobación judicial a través de un expediente de jurisdicción voluntaria. Esta enmienda solo obtuvo los votos a favor del PSOE, mientras el resto de grupos decidió votar en contra. Por el contrario, Fernández ha celebrado que el concepto de violencia intragénero «haya salido» del texto de la norma. Se trata de un término que reclama el colectivo LGTBI y que se refiere a al maltrato entre parejas homosexuales que, sin embargo, los socialistas no aceptaban los artículos del Ministerio de Igualdad que equiparaban este concepto a la violencia de género. En este caso, el PP sí ha acompañado al PSOE en la votación, ya que los propios 'populares' tenían una enmienda al respecto. Ambas han salido adelante. Estos cambios se han introducido en el dictamen de la ponencia que ha sido aprobado con los votos a favor de PSOE, Unidas Podemos, EH Bildu, PNV, Junts y ERC, los votos en contra de PP y Vox y la abstención de Ciudadanos.
El ministerio «satisfecho»
Desde el Ministerio de Igualdad han asegurado que están «satisfechos» por el resultado de este lunes. La propia ministra, Irene Montero, ha señalado que se trata de «un paso más para su aprobación definitiva» y ha agradecido a «la mayoría parlamentaria feminista» su apoyo al texto. La secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, por su parte, ha seguido la votación en el propio Congreso. En declaraciones a los medios, ha celebrado que la ley haya salido adelante «con todos los derechos que debían estar» y, principalmente, aquellos que tienen que ver «con las infancias trans». A su juicio, la aprobación de la ley en comisión es «justicia» para el colectivo que «ha sufrido tanto odio» y para «los niños más pequeños que tienen vidas muy fastidiadas».