El Partido Popular ha estudiado la ley de partidos y ha llegado a la conclusión de que no es posible ilegalizar a EH Bildu por llevar a 44 condenados por terrorismo en sus listas porque esta normativa, de 2002, está pensada para un contexto en el que ETA era una banda terrorista en activo. Con la normativa vigente las listas de EH Bildu, admiten, son legales. El partido de Alberto Núñez Feijóo no plantea por ello ilegalizar a EH Bildu.
La dirección nacional se aparta así de la postura adoptada por Vox, pero también por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que lo planteó como una posibilidad. Fuentes de la dirección nacional explican que el PP se sitúa en posiciones serias y «brindis, los justos». Cosa distinta es un cambio legislativo, no para impedir que EH Bildu se presente a las elecciones, sino para exigir un plus de eligibilidad que garantice candidaturas éticas, un debate que en todo caso el PP ve complejo y que se debe estudiar en profundidad porque afecta a la constitución y al derecho de sufragio y sería necesario tocar además la ley electoral.
En la cúpula del PP admiten que, como este miércoles les ha recordado Pedro Sánchez, no es la primera vez que EH Bildu presenta a condenados por terrorismo, pero subrayan que hasta ahora ni el PSOE ni el PP pactaban con esta formación, ni esta jugaba un rol en la gobernabilidad. Por eso ponen en el foco en el PSOE, pues creen que Pedro Sánchez ha confirmado por «omisión» que pactará tanto a nivel nacional como en País Vasco y Navarra con esta formación.
Los populares quieren evitar los pactos. Han presentado una proposición en el Congreso exigiendo al Gobierno romper de forma definitiva con Bildu. Además en la dirección del PP ven «razonable» estudiar la posibilidad de ofrecer sus votos al PSOE en País Vasco o Navarra para que no gobierne la izquierda abertzale siempre, eso sí, que los socialistas rompan con EH Bildu. El PP ya le dio la Lehendakaritza «gratis» al socialista Patxi López, recuerdan. En el PP hay un fuerte malestar tras el debate del Senado. Acusan al presidente del Gobierno de difamación.
Han enfadado sobre todo las alusiones a la negociación con ETA de José María Aznar, que consideran una «ignominia» cuando los terroristas, recuerdan, le pusieron una bomba, o la mención a Miguel Ángel Blanco, que murió, subrayan, porque el Gobierno no aceptó la exigencia de acercar a los presos. También ha molestado que Pedro Sánchez haya sostenido que con ETA acabaron Alfredo Pérez Rubalcaba y Patxi López, porque supone obviar el papel del PP y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
A futuro, en la dirección nacional también comparten el temor de Aznar a que Sánchez permita consultas de autodeterminación en País Vasco y Cataluña, no porque lo haya dicho el expresidente, sino porque lo pide Arnaldo Otegi.
En la cúpula del PP niegan además que este partido haya hecho electoralismo con ETA. No son ellos, argumentan, sino EH Bildu, quienes han metido a la banda terrorista en la campaña electoral y éste no sería el eje del debate si hubieren presentado candidaturas sin sobresaltos ni provocación.
En el PP defienden la necesidad de mirar hacia el futuro, pero creen que Bildu no ha hecho los deberes, pues no colabora en el esclarecimiento de crímenes, y solo ha aceptado que el Estado ganó la partida a ETA. Niegan además que esta discusión esté beneficiando a Vox, al que ven consolidado, pero no creciendo. En la cúpula apuntan además que no han calculado el daño que sufre el PSOE, aunque otras fuentes populares creen que los indecisos y los socialistas desencantados se mueven a las filas de Feijóo.