La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha afirmado este lunes que la decisión de su candidatura para presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI) se tomó después de las elecciones generales del 23 de julio, no antes.
«La decisión se ha tomado después de las elecciones, cuando el presidente Sánchez y yo hemos empezado a tener contactos informales con otros ministros de Economía y Hacienda, con primeros ministros, presidentes de otros Gobiernos europeos, y en esos intercambios y en esos contactos quedó muy claro que España solo tenía opciones de éxito en esta candidatura si era mi nombre», ha subrayado.
Por eso, ha continuado la ministra, el jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, decidió proponer su candidatura, no porque ella quisiera dejar su Ministerio. Es más, Calviño ha reiterado que su compromiso con Sánchez para seguir en el Gobierno como vicepresidenta primera, liderando la política económica, «es muy claro». No obstante, ha insistido en que para España es «una oportunidad muy importante» el poder tener por primera vez en la historia la presidencia del BEI. «Es un puesto de primer nivel que España nunca ha tenido y no podíamos dejar pasar la oportunidad», ha resaltado en declaraciones a RTVE recogidas por Europa Press.
Calviño ha hecho hincapié en que el BEI es uno de los principales bancos públicos del mundo y el «brazo financiero» de la Unión Europea. Desde esta institución, ha explicado, se financia al sector público y al sector privado y proporciona apoyo financiero para muchas de las grandes obras que se están desarrollando en España, para las pymes a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), para el gobierno y también de los grandes grupos empresariales. «Y en un contexto económico como el que tenemos, con una inversión tan importante como la que necesitamos para el futuro, para toda la transformación verde y digital de nuestra economía (...), es más importante que nunca que el Banco Europeo de Inversiones tenga la mejor gestión y esté a la altura de lo que Europa necesita», ha concluido.