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Prealerta por la aparición de pellets en Tenerife

En estudios realizados en pellets recogidos en Canarias el grupo EOMAR identificó más de 80 tipos de contaminantes asociados, entre ellos pesticidas, retardantes de llama y filtros ultravioleta

Una persona muestra pellets recogidos en la playa de As Lapas, situada a los pies de la Torre de Hércules (Galicia). | Efe - Cabalar

| Tenerife |

El Gobierno de Canarias ha activado una prealerta por la aparición de pellets en la playa de Bajamar, Tenerife, cuyo origen probablemente sea diferente al vertido que ha llenado las playas de Galicia y de otras comunidades de la cornisa Cantábrica de miles de estas partículas de plástico, han informado a EFE fuentes del Ejecutivo.

Alicia Herrera, investigadora de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y experta en contaminación por microplásticos, ha explicado a EFE que este tipo de vertidos son habituales en Canarias y que los pellets del barco 'Toconao' podrían tardar meses en llegar a las costas del archipiélago, si es que acaban llegando, lo cual depende de las dinámicas de las corrientes.

De hecho, un equipo de oceanógrafos físicos está elaborando un modelo para predecir si el vertido del 'Toconao' acabará afectando o no a Canarias. Alicia Herrera lamenta que los vertidos de pellets «son habituales, por desgracia», en las costas canarias. «Nos llegan de forma continua, a veces en cantidades enormes, pero no es noticia».

La diferencia con el vertido frente a las costas gallegas es que, en el caso de los de Canarias, «no se conoce el origen» de los mismos, con lo que no disponen de una ficha técnica del material plástico que acaba en el mar y en las costas para analizar su composición. El Grupo de Ecofisiología de Organismos Marinos de la ULPGC, del que forma parte Herrera, lleva estudiando la contaminación por microplásticos en Canarias desde 2015, cuando realizó un muestreo en la Playa de Famara, Lanzarote, donde se constató que más del 40 % de los residuos eran pellets.

Alicia Herrera subraya que estas bolas plásticas, de aproximadamente 5 milímetros de diámetro, «son un problema medioambiental grave», pues pueden permanecer en el ambiente entre 50-70 años y suponen una amenaza para los organismos marinos, bien por el daño físico que puede provocar su ingestión o por los contaminantes químicos asociados.

En estudios realizados en pellets recogidos en Canarias el grupo EOMAR identificó más de 80 tipos de contaminantes asociados, entre ellos pesticidas, retardantes de llama y filtros ultravioleta. Además de esta descripción, advierte de la importancia en caso de un vertido de una pronta recogida de los pellets de la costa, para evitar que se mezclen con arena o algas, lo que dificulta más su recogida.

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