Muy conocido en las redes próximas a la extrema derecha, en las que se maneja como pez en el agua, Luis «Alvise» Pérez ha logrado esta noche lo que auguraban las encuestas y su agrupación «Se acabó la fiesta» entra en la Eurocámara con tres representantes con un discurso rupturista que ha calado entre los indignados con la política.
«No vengo a reformar nada, vengo a reventar el sistema», ha prometido en campaña este analista y consultor político sevillano de 34 años dedicado a «perseguir corruptos y criminales» e impulsor de esta candidatura que ha conseguido casi 800.000 votantes pisándole los talones a Sumar y situándose por delante de Podemos. Asegura que en solo cuatro días logró reunir 136.000 firmas de apoyo, muchas más de las 15.000 requeridas para poder concurrir a los comicios. El boca a boca y las redes sociales hicieron el trabajo.
Igual que durante la campaña electoral, en la que ha recorrido las principales ciudades del país en una furgoneta negra repartiendo en mano hasta dos millones de papeletas de voto de su candidatura, fácilmente identificable por el logo de la agrupación: una ardilla con la máscara de la película 'V de Vendetta'. Él, la 'ardilla principal', como le gusta llamarse, dice rebelarse contra «la corrupción y la partitocracia» y ha prometido a sus seguidores que con su entrada en política «se le acaba la fiesta» a los «criminales», entre los que sitúa al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
«No me pidáis hacerlos dimitir. No quiero eso, que después huyen a Dominicana. Aquí a los corruptos, pederastas y criminales queremos meterlos en prisión», les dice a sus 'ardillas' animándoles a ponerse del lado de la 'resistencia'. En su opinión, «el sistema está demasiado corrompido para ser reformado» y «hay que destruirlo a mazazos, tirar la mierda y construir la estructura» que se necesita «como superpotencia para triunfar». Ha sabido así jugar con el poderoso simbolismo antisistema de 'V de Vendetta', la famosa cinta protagonizada por Natalie Portman y basada en la novela gráfica de Alan Moore. No en vano se ha curtido como asesor político.
Estuvo en la extinta UPyD de Rosa Díez, fue jefe de gabinete del grupo parlamentario de Ciudadanos en Valencia con Toni Cantó y durante años ha agitado las redes entre los círculos próximos a Vox, partido del que se alejó tras la crisis abierta con la exdiputada Macarena Olona, con quien comparte amistad. Se ha movido de este modo entre el centro y la extrema derecha hasta abrazarse, ya en exclusiva, a lo que ha bautizado como «la teoría del hostigamiento y la verdad sin ningún tipo de cortapisa». Y es que Alvise Pérez no es de límites.
«Soy un destructor», afirma, y sus polémicas publicaciones contra diferentes políticos, muchas de ellas desmontadas como bulos por verificadores, así lo demuestran. Con este espíritu llegará al Parlamento Europeo acompañado de otros dos compañeros, causando la misma sorpresa que en otras convocatorias lograron otros con discursos más o menos extravagantes como el empresario José María Ruiz-Mateos y el que fuera presidente del Atlético de Madrid y alcalde de Marbella, Jesús Gil.