El aeropuerto de Son Sant Joan, en Palma, y los centenares de personas que esperan en su interior, bullen con cada retraso y cancelación que se suma a la lista, una circunstancia generalizada desde el momento en el que la DANA llegó al ámbito balear y trastocó todos los planes de vuelo; una situación de caos que puede verse fácilmente en el interior del recinto aeroportuario y en las pantallas informativas, donde la mayoría de vuelos aparecen retrasados y otros tantos, cancelados.
Con este panorama, Ryanair ha publicado un comunicado en el que ha pedido, hoy 15 de agosto, «disculpas a sus pasajeros por los excesivos retrasos y cancelaciones en Palma de Mallorca». La clave del comunicado aparece poco después, la compañía describe como «disparatada» la decisión del Control de Tráfico Aéreo Español (ATC) de impedir el aterrizaje de los aviones entrantes durante la mañana debido a las condiciones meteorológicas.
En el comunicado, publicado durante la tarde de este jueves, la aerolínea continúa exponiendo que esa decisión «no tiene sentido dado que no había problemas meteorológicos en Palma durante la mañana, como confirma el hecho de que los vuelos que salían lo han hecho con normalidad. A los pasajeros se les permitió salir de Palma pero a los que venían de vacaciones, no», explican.
La compañía dice que no se ha puesto en contacto con la ATC para revocar esta decisión y pide ahora al Ministro de Transporte, Óscar Puente, el porqué de su decisión de cerrar Palma «por problemas meteorológicos inexistentes».
La declaración de su director de Operaciones
Neal McMahon: «Este es el último ejemplo de la terrible actuación del Control del Tráfico Aéreo este verano, que ha causado repetidos e innecesarios inconvenientes a los pasajeros. Ryanair pide una vez más a Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, que reforme los caóticos servicios de ATC».