La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha defendido que el acuerdo con ERC para una financiación singular en Cataluña establece que la «solidaridad» de este sistema debe garantizar un nivel similar de servicios públicos en todas las comunidades autónomas, «siempre que lleven a cabo también un esfuerzo fiscal similar».
Así lo ha dicho María Jesús Montero en su intervención ante el Pleno del Senado para explicar el concierto catalán pactado con ERC, del que ha dicho que la aportación de Cataluña se establecerá a través de un porcentaje de participación en los tributos.
«La aportación tiene que ser explícita y se tiene que reflejar de forma transparente, al punto de que el acuerdo incluye que la Generalitat debe contribuir a la solidaridad con las comunidades autónomas, una solidaridad que permita que los servicios prestados por los distintos gobiernos autonómicos a sus ciudadanos puedan alcanzar niveles similares, siempre que lleven a cabo también un esfuerzo fiscal similar», ha explicado Montero.
Y es que, según ha defendido Montero, la cuota de solidaridad que aportaría Cataluña al Estado con este nuevo modelo singular se asemejaría al actual sistema de financiación autonómica, aunque ha reclamado a las comunidades un esfuerzo fiscal para alcanzar niveles parecidos en cuanto a los servicios públicos. En este contexto, Montero ha reivindicado que sea la Agencia Tributaria catalana la encargada de gestionar el cien por cien de los impuestos, tal y como aparece en el pacto con ERC.
«El acuerdo despliega ni más ni menos que lo previsto ya en el Estatuto de Autonomía de Cataluña, validado por el Tribunal Constitucional». Montero ha arrancado su intervención ante el Pleno del Senado cargando contra el PP por obligarla a comparecer en la Cámara Alta para explicar este acuerdo con ERC, rechazando que el concierto económico para Cataluña se trate de un «secesionismo fiscal» como hacen referencia los 'populares'. Con todo, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda ha definido el pacto con ERC como «un acuerdo solidario que profundiza en el federalismo».
Finalmente el PP ha pedido retirar del Diario de Sesiones del Senado los gritos de «traidora» pronunciados por algunos parlamentarios del Grupo Popular durante la comparecencia de la vicepresidenta Montero para explicar la financiación singular para Cataluña pactada por PSC y ERC. Los insultos fueron recriminados en el mismo momento por el presidente del Senado, Pedro Rollán, del PP, y tras el discurso de Montero ha sido el PSOE quien ha reprochado ese comportamiento, pidiendo bajar el tono. Y el secretario general del Grupo Popular, Javier Arenas, ha admitido que desde sus filas salió el insulto de «traidora» y ha pedido retirarlo, instando al PSOE a hacer lo mismo en circunstancias similares. Lo que Arenas ha negado es que también se haya llamado «sinvergüenza» a la ministra de Hacienda, como ha deslizado el socialista Alfonso Gil. «Otra cosa es que se haya dicho 'Qué vergüenza'», ha precisado.