El defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha pedido al Parlamento que implemente cuanto antes «medidas concretas» y las recomendaciones en relación con los abusos en la Iglesia propuestas por la institución, que ha reunido 674 testimonios de víctimas: «Lo necesitan, no pueden esperar».
Gabilondo ha presentado en la Comisión Mixta Congreso-Senado de Relaciones con el Defensor del Pueblo el 'Informe sobre abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica', que ya entregó hace casi un año, primero a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, y días después al Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. «Es la hora del Parlamento, como consecuencia de la encomienda y tras este informe. Es el momento del Legislativo y del Ejecutivo».
«Las víctimas esperan que se implementen, lo antes posible y de la mejor manera, las recomendaciones y sugerencias formuladas», ha aseverado el defensor a los grupos parlamentarios. El informe contiene 24 recomendaciones centradas en la atención y respuesta a las víctimas que proponen, entre otras cosas, celebrar un acto público de reconocimiento, crear un fondo estatal para pagar compensaciones, que la Iglesia ponga medios para ayudar a los afectados en el proceso de recuperación, y reformas normativas para prevenir abusos y reparar a las víctimas. En total, la Unidad de Atención a las Víctimas ha incluido 674 testimonios de víctimas, ya que desde que se hizo público el informe -octubre de 2023- hasta hoy se han registrado otros nuevos testimonios.
Para Gabilondo estos nuevos casos no modifican las conclusiones del estudio, más bien «las reafirma», y ha incidido en que no se trata de un informe cuantitativo sino cualitativo. «No ha sido nuestra intención conocer el número de casos registrados en España, sí conocer el alcance del problema, cómo se puede reparar a las víctimas y qué se puede hacer para tratar de evitar que vuelva a pasar», ha dicho. En el informe «se da respuesta a una situación de sufrimiento y de soledad que durante años se ha mantenido cubierta por un injusto silencio y subraya los factores de riesgo y las consecuencias de estos abusos, expone las respuestas que ha dado la Iglesia católica y cómo se ha abordado la cuestión por parte de los poderes públicos». Según Gabilondo, el objetivo de la institución ha sido el de describir la dimensión del fenómeno de los abusos, sus causas y sus consecuencias en las personas afectadas. Los testimonios «revelan el impacto devastador que los abusos sexuales han tenido en sus vidas».
El defensor se ha mostrado esperanzado en que los trabajos realizados y las conclusiones y recomendaciones derivadas de los mismos «contribuyan a la determinación de los hechos y responsabilidades, a la reparación de las víctimas y a la planificación de las políticas públicas orientadas a la prevención y atención de los casos de abusos sexuales cometidos sobre niños y adolescentes». 674 testimonios de víctimas Gabilondo ha detallado que la unidad de atención de víctimas ha recibido 516 testimonios que se han considerado como válidos, lo que supone la incorporación de 144 nuevos relatos tras la publicación del informe.
«La mayoría de estos testimonios, 471, son directos, es decir, han relatado durante un buen tiempo, un largo tiempo, un abuso sufrido personalmente; los indirectos son aquellos que han relatado el abuso sufrido por otra persona, a veces un hermano, a un compañero de clase», ha asegurado. Según el defensor, «a raíz de los testimonios se han podido tener constancia y conocimiento expreso de un total de 674 víctimas de abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica». De todas las víctimas escuchadas, 563 fueron hombres y 110 mujeres.
La gran mayoría tenía entre 30 y 75 años en el momento de la entrevista, siendo la franja de edad más numerosa la comprendida entre los 50 y los 65 años. Para enmarcar las dimensiones del problema, la institución realizó una encuesta demoscópica (a 8.030 personas) que mostró, entre otros resultados, que el 0,6 % de la muestra representativa de la población encuestada había sido agredida sexualmente por un sacerdote o religioso católico y que en un 1,13 % la agresión se registró en el ámbito religioso. Tras recibir la petición de la Cámara, entregó el material de la encuesta el 20 de agosto a la presidenta del Congreso.
«El abuso sexual contra menores preocupa de modo muy singular, el 72 % consideró que el abuso sexual infantil es un problema social muy grave y un 24,4 % bastante grave», ha concretado. Sobre la prevalencia, el 11,7 % afirman haber sufrido abusos sexuales, antes de cumplir 18 años y un 3,36 % manifiesta que ese abuso se produjo en el ámbito familiar. Respuesta de la iglesia El defensor ha explicado que la respuesta de la Iglesia en un primer momento fue de minimizar el alcance los abusos y calificarlos como «casos asilados o manzana podrida» y se ha pasado a un «implícito reconocimiento de los hechos» y la realización de protocolos de prevención. «La Iglesia no es un todo homogéneo». «Las víctimas creen que la respuesta ha sido insuficiente y pocas veces han sido atendidas de manera suficiente y adecuado», ha asegurado Gabilondo.