España vivió este lunes 28 de abril un apagón histórico que sumió en la oscuridad a gran parte del territorio nacional, provocando escenas de júbilo cuando la electricidad comenzó a restablecerse en diferentes zonas del país. La crisis energética, que afectó al 60% del suministro eléctrico según confirmó el presidente Pedro Sánchez, comenzó alrededor de las 12:30 horas y se prolongó durante varias horas, generando importantes alteraciones en la vida cotidiana de millones de ciudadanos.
La desesperación acumulada durante horas de incertidumbre se transformó en alegría desbordante en numerosos puntos del país. En diversos barrios y comunidades de vecinos se registraron escenas de celebración colectiva, con aplausos y gritos de júbilo al ver cómo las luces volvían a encenderse. Un ejemplo significativo fue el de un bloque de viviendas donde los residentes rompieron en aplausos y vítores cuando la electricidad regresó, tras permanecer a oscuras durante buena parte de la jornada.
"Era como volver a la vida", explicaba Carmen Martínez, vecina de un barrio madrileño, tras pasar más de siete horas sin electricidad. "En mi edificio empezamos a aplaudir espontáneamente cuando las luces del pasillo se encendieron. Ha sido un día muy complicado para todos". Estas manifestaciones de alegría se han repetido en numerosas localidades, reflejando el profundo impacto que la falta de suministro eléctrico ha tenido en la población.
A nivel social, el apagón ha puesto de relieve la alta dependencia de la electricidad en la vida cotidiana. Muchas personas mayores quedaron aisladas en edificios sin ascensores, mientras familias con niños pequeños enfrentaban dificultades para mantener condiciones básicas de confort y alimentación.
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