Juan Carlos I defiende su «herencia» democrática a España y expresa su deseo de regresar a su «hogar» tras cinco años de exilio en Abu Dabi. En su libro de memorias, que se publicará el 5 de noviembre en Francia, el rey emérito aboga por una relación «armoniosa» con su hijo, Felipe VI, y asegura: «Espero sobre todo, durante mi vida, tener una jubilación tranquila, renovar una relación armoniosa con mi hijo y, sobre todo, regresar a España, a mi hogar».
El monarca, que prefiere ser llamado «rey padre», reside en la isla de Nurai, donde olivos españoles centenarios le dan «la sensación de estar con un trocito de España, anclado en mí», según relata a Le Point. Su libro, titulado «Réconciliation. Mémoires. Juan Carlos I d’Espagne», está escrito por Laurence Debray y se publicará en España a principios de diciembre por Planeta.
Juan Carlos I subraya que «la democracia española no cayó del cielo» y recuerda que cuando llegó al poder «tenía la brújula, pero no el plan» para llevar al país de la dictadura de Franco al régimen democrático actual. Sobre Franco afirma que proyectaba sobre él un sentimiento «paternal» y que lo designó rey «para crear un régimen más abierto».
Confiesa el vértigo de asumir el poder absoluto a los 37 años: «Durante dos años, tuve todos los poderes. El poder de indultar o refrendar la pena de muerte. No tuve que hacerlo, gracias a Dios, porque si hubiera dicho que no, los generales me habrían derrocado». Añade que dudó en escribir el libro, pero consideró que las nuevas generaciones desconocen tanto a Franco como la transición democrática.
Al ser preguntado por consejos a su nieta Leonor, le recomienda «tener seguridad en sí misma, cumplir con su deber con simpatía y amabilidad y ser la garante del respeto a la Constitución Española». El rey recalca que construir una democracia es más difícil que destruirla y espera que su obra ayude a exorcizar «nuestros demonios, que están regresando».
Sobre el 23F, relata a Le Figaro que negó cualquier implicación en la intentona golpista y explica cómo su amigo, el general Armada, lo traicionó: «No hubo un golpe, sino tres golpes. Alfonso Armada estuvo a mi lado durante diecisiete años. Lo quería mucho, y él me traicionó. Convenció a los generales de que hablaba en mi nombre».
En Abu Dabi, Juan Carlos, de 87 años, mantiene su apego por el mar y España: «Verse obligado al desarraigo y al aislamiento al final de la vida no es fácil. Estoy resignado, herido por una sensación de abandono. No puedo contener la emoción al pensar en ciertos miembros de mi familia para quienes ya no importo, y especialmente en España, que tanto echo de menos».
Recalca que su expatriación fue voluntaria para «no obstaculizar el buen funcionamiento de la Corona ni a mi hijo en el ejercicio de sus funciones soberanas». Reconoce haber cometido «un grave error» al aceptar un regalo de cien millones de dólares del rey Abdulá de Arabia Saudí en 2008, pero recuerda que «todos los procesos judiciales han sido desestimados» y no se le ha imputado «nada». Lamenta no haber sido dueño de su destino: «Di libertad a los españoles al establecer la democracia, pero nunca pude disfrutar de esa libertad para mí».
Claudio RanieriTu si que eres un buen BULO! 🤡🤡🤡😂😂😂😂