La Transición no fue perfecta pero en ella se priorizó la reconciliación, ha recalcado este viernes Felipe VI, que ha apostado, en los tiempos actuales de «desacuerdo y crispación», por recordar el método de aquel período: «la palabra frente al grito, el respeto frente al desprecio, la búsqueda del acuerdo frente a la imposición».
En su discurso en el Palacio Real, antes de imponer el toisón de Oro a su madre, la reina Sofía, al expresidente del Gobierno Felipe González y a los padres de la Constitución Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Miquel Roca, el rey ha dicho que, aunque la Transición no fue perfecta, «valorarla solo por lo que omitió sería injusto. En las circunstancias del momento, se hizo lo correcto: se priorizó la reconciliación, la estabilidad y la creación de un marco común, tan necesario».
Y en tiempos en los que el desacuerdo se expresa con crispación, «mirar hacia ese periodo puede servirnos, no para idealizarlo, sino para recordar su método» porque la democracia no es solo sus formas y procedimientos, sino la búsqueda leal y conjunta de aquello que sirva mejor al bien común, ha indicado. No fue aquel período algo sencillo, ni espontáneo, sino algo paulatino e incierto y con riesgos, «en el que cada paso estuvo precedido por conversaciones, pactos y concesiones» donde se priorizó el respeto mutuo: «En una sociedad marcada por décadas de represión y divisiones, eso fue un gesto político revolucionario».
La Transición fue un acto de diálogo y moderación, donde la prioridad nunca fue la victoria ideológica, sino el pacto y la convivencia -ha insistido el jefe del Estado- y aunque ninguno la consideró perfecta, «todos la defendieron como el mejor acuerdo posible en las circunstancias dadas». También se ha referido a la generación que protagonizó la Transición consiguiendo no solo un logro jurídico y político, sino también cívico y moral: «la demostración de que las grandes transformaciones nacionales pueden hacerse desde el acuerdo, la responsabilidad y la confianza mutua».
La ceremonia se celebra en el Salón del Trono del Palacio Real, un acto presidido por los reyes, la princesa de Asturias y la infanta Sofía, y a la que asisten el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol; el presidente del Senado, Pedro Rollán; el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido; y la presidenta del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Isabel Perelló, entre otras autoridades.
Miris on miris, tot són guirisSe nota que usted no vivió la transición. Quienes si la vivímos estoy segura que mayoritariamente estamos de acuerdo con Felipe VI (incluso sin ser fachas ni fervorosos monarquicos).