Utilizamos contraseñas para multitud de tareas en nuestro día. Para encender el teléfono, para desbloquearlo, para acceder a nuestras redes sociales, al correo electrónico, a nuestras cuentas bancarias,... ¿Cuántas claves llegas a acumular?, ¿cómo conformas tus contraseñas?, ¿son diferentes para cada tarea? y, lo más importante, ¿son seguras?
Según una encuesta realizada por el portal Acierto.com, «la mayoría de los españoles no es consciente de la importancia de la seguridad de sus contraseñas». De hecho, creen que para su confección basta con que no contenga el mismo nombre del usuario o que se alternen mayúsculas y números.
La recomendación es no utilizar una única contraseña para diferentes servicios. Para ello, hay que tener memoria u optar por un gestor de contraseñas.
Según este estudio una buena contraseña debería no solo combinar mayúsculas y números, sino también minúsculas y símbolos o signos de puntuación; y contar con más de ocho caracteres de longitud.
Por cuestiones de seguridad, nunca debería contar con el nombre del propio servicio o datos como el nombre o el año de nacimiento, por ejemplo.
¿Cada cuánto tiempo hay que cambiar las contraseñas?
Lo óptimo sería cambiar la clave al menos cada seis meses. El estudio revela que el 30% de los usuarios lo hace casi nunca y muy de vez en cuanto sólo un 32%.